Mientras en el mundo seguimos con el flagelo del Covid 19, en el Perú se asoma otra amenaza con el nombre de Difteria. Sin embargo, las autoridades están tomando cartas en el asunto. Es por eso que el Ministerio de Salud (Minsa) emitió una Alerta Epidemiológica Nacional al haberse confirmado el primer caso de difteria en el país, tras 20 años de haberse controlado la enfermedad. Así lo dio a conocer el viceministro de Salud Pública, Luis Suárez Ognio.
En el Hospital Nacional Dos de Mayo, se dio a conocer el primer caso confirmado, el 27 de octubre. Fue una menor de 5 años que vivía en la ciudad de Lima. Lamentablemente la niña falleció en el nosocomio a pesar del esfuerzo de los doctores.
El Ministerio de Salud (Minsa) aseguró que el Perú no se encuentra en una situación de emergencia nacional por los casos de difteria registrados en dos distritos de la capital, e instó a la población a mantener la calma porque se están tomando todas las medidas de contención necesarias de acuerdo con los protocolos.
Suárez Ognio, aclaró que la alerta epidemiológica emitida por el Minsa es para que los establecimientos de salud del país estén atentos y notifiquen cualquier caso sospechoso y no para alarmar a la población.
Pero, ¿Qué es la difteria? Es una infección causada por la bacteria Corynebacterium Diphtheriae. Sus signos y síntomas, que suelen manifestarse entre 2 y 5 días después de la exposición, pueden ser desde leves hasta graves.
A menudo los síntomas se presentan de modo gradual, empezando por dolor de garganta y fiebre. En los casos de gravedad, la bacteria genera un producto tóxico (toxina) que da lugar a una espesa placa gris o blanca en el fondo de la garganta, placa que a veces, al bloquear las vías respiratorias, dificulta la respiración o la deglución y también puede provocar una tos seca. La hipertrofia de los ganglios linfáticos puede causar la hinchazón de una parte del cuello.
A veces la toxina pasa al torrente sanguíneo y causa complicaciones como inflamación y lesión del miocardio, inflamación de los nervios, problemas renales o trastornos hemorrágicos por caída del nivel de plaquetas. Las lesiones del miocardio pueden provocar alteraciones del ritmo cardíaco e inflamaciones de los nervios que a veces desembocan en parálisis.
La difteria se transmite fácilmente de una persona a otra, ya sea por contacto directo o por vía aérea, a través de las gotículas respiratorias emitidas por ejemplo al toser o estornudar. También puede diseminarse a través de tejidos u objetos contaminados.
En general, el diagnóstico clínico de la difteria se basa en la presencia de una membrana grisácea que recubre la garganta. Aunque se recomienda un estudio de laboratorio para confirmar los casos sospechosos, el tratamiento debe comenzar de inmediato.
Para tratar esta infección se administra una solución de antitoxina diftérica por inyección intravenosa o intramuscular. También se administran antibióticos para eliminar la bacteria, poner fin a la producción de toxina e impedir el contagio de otras personas.
Todos los niños del mundo deberían estar inmunizados contra la difteria. Una ronda básica de 3 dosis, administradas en el curso del primer año de vida, sienta las bases para adquirir inmunidad vitalicia. Los programas de inmunización deben asegurarse de que más adelante, durante la niñez o adolescencia, cada cual reciba otras 3 dosis de refuerzo de una vacuna que contenga la anatoxina diftérica. A cualquier edad, toda persona que no esté vacunada contra la difteria, o que lo esté solo parcialmente, debe recibir las dosis necesarias para completar la vacunación. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A pesar que la Difteria puede llegar a ser mortal sino lo tratamos de manera adecuada, tenemos que tener presente que es una enfermedad que tiene cura y que se puede prevenir.
Es importante saber que el MINSA está tomando medidas para controlar a esta enfermedad, como por ejemplo la vacunación a miles de personas que viven aledañas a donde se descubrió el primer caso.
*Fotos Difusión
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