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Los primeros años de vida, son los más importantes para el desarrollo biológico, físico, psicológico y emocional del ser humano.

 

La vida será un eterno aprendizaje y crecimiento; pero las bases para que un futuro sea prometedor, se las construye los primeros 24 meses de vida. He ahí la importancia de los primeros años de vida.

 

Gracias a Centrum PUCP- Escuela para los Buenos Negocios en alianza con COPERA Infancia quienes brindaron el programa Formación en Primera Infancia dirigido a periodistas, se evidenció que es insuficiente la información que se difunde sobre la trascendencia de los primeros años de vida de niños y niñas; futuros hombres y mujeres que deberían llegar a serlo, teniendo tanto salud física como salud mental; y tendrían que transitar por sus futuras etapas de desarrollo de manera adecuada. No obstante, eso sucederá si en sus primeros años de vida, puntualmente, en los primeros 2 años, reciben atención a sus necesidades básicas para lograr un apropiado desarrollo infantil.

 

Cortesía de unicef.org

Por ello, como acota el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) es importante garantizar que tengan un nacimiento saludable, logren el apego seguro, tengan un estado nutricional adecuado, logren una comunicación verbal efectiva, aprendan a caminar solos, regulen sus emociones y comportamientos y desarrollen la capacidad de representar sus vivencias.

 

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) indica que durante los primeros años de vida, y en particular desde el embarazo hasta los 3 años, los niños necesitan nutrición, protección y estimulación para que su cerebro se desarrolle correctamente.

 

Cortesía de unicef.org

Asimismo, por las investigaciones de la neurociencia y gracias al Centro para el Niño en Desarrollo de la Universidad de Harvard, se conoce actualmente que en los primeros años el cerebro de los bebés forma nuevas conexiones a una velocidad asombrosa: 1 millón de conexiones neuronales cada segundo. Esa velocidad va cambiando conforme el niño o niña va creciendo.


“Cada vez que un padre o una madre se dirige a su hijo pequeño, éste recibe un estímulo y reacciona. Se forman conexiones cerebrales”; declara Pia Rebello Britto, neuróloga, asesora superior de UNICEF para la primera infancia.

 

Cortesía de neuropediatra.org

Los científicos le llaman interacciones de “servir y devolver”. El niño o niña muestra interés por algo y el adulto le devuelve mostrando el mismo interés. Si ésta interacción no se da, entonces, la arquitectura cerebral no se desarrolla de la manera que debería.

 

“La ciencia del desarrollo infantil muestra que los cimientos de la salud mental se construyen temprano en la vida, pues las experiencias tempranas —que incluyen las relaciones de los niños con los padres, los cuidadores, los familiares, los maestros y los compañeros— moldean la arquitectura del cerebro en desarrollo. Las perturbaciones en este proceso de desarrollo pueden afectar las capacidades del niño para aprender y relacionarse con los demás, con implicaciones para toda la vida.

 

El cerebro es un órgano altamente interrelacionado y sus múltiples funciones operan de un modo muy coordinado.

 

El bienestar emocional y la competencia social proveen una base sólida para que emerjan las habilidades cognitivas y, en conjunto, son los ladrillos y la argamasa con que se construyen los cimientos del desarrollo humano.

 

La salud emocional y física, las destrezas sociales y las capacidades cognitivo–lingüísticas que emergen en los primeros años son prerrequisitos importantes para el éxito en la escuela y más tarde en el lugar de trabajo y en la comunidad”. (Fuente: Centro para el Niño en Desarrollo de la Universidad de Harvard).

 

¿Cómo contribuir al desarrollo cerebral de un niño o niña? *

 

Las interacciones cotidianas durante la infancia tienen un gran impacto en el desarrollo del cerebro de los niños. E inicia antes de que los bebes sepan hablar. Como se mencionó, los científicos le llaman “Servir y Devolver”; es como un juego de ping pong; el niño da el servicio cuando muestra interés por algo y un adulto lo devuelve cuando responde mostrando el mismo interés.

 

Los estudios indican que “Servir y devolver” son vitales para el desarrollo cerebral del niño o niña.

 

Cortesía de developingchild.harvard.edu 

Estos son los 5 pasos para desarrollar interacciones de “Servir y Devolver”:*

 

Compartir el interés del niño o niña: Cuando el niño o niña muestra interés o curiosidad por algo, correspóndele. Se debe prestar atención al niño o niña; a lo que señala, mira o incluso al hacer sonidos; y compartir su interés. Se fomentará la curiosidad del niño o niña, y además se fortalecerá la relación entre ambos.

 

Apoyar y animar: Responderle al niño con una palabra alentadora, una expresión facial o un movimiento. También se puede coger el objeto que está apuntando el niño o niña y acercárselo.

Apoyar y jugar con los niños, les ayuda a comprender que sus pensamientos y emociones están siendo escuchadas y entendidas.

 

Nombrarlo: al nombrar lo que está viendo, haciendo o sintiendo, ayudas a crear conexiones de lenguaje muy importantes en su cerebro. Esta construcción cerebral comienza incluso antes de que el niño o niña pueda hablar o comprender las palabras. Se puede nombrar lo que sea: una persona, un objeto, una acción, un sentimiento o una combinación de éstas. Cuando se le dice al niño el nombre de lo que le interesa, se le ayuda a entender el mundo que le rodea y qué puede esperar de él. También le proporciona vocabulario que puede usar más adelante y le muestra que las palabras son importantes para ti también.

 

Tomar turnos: Interactuar por turnos, les enseña a los niños acercan del autocontrol y como llevarse bien con los demás. La espera es crucial (por ejemplo, él golpea el tambor, luego tú golpeas el tambor). Hay que darle tiempo de responder. Cuando se le espera de manera paciente, se ayuda a que el niño desarrolle sus ideas, su confianza y su independencia.

 

Practicar los inicios y finales: Los niños señalan cuando ya terminaron una actividad o cuando están listos para pasar a la siguiente dinámica. Soltar un juguete significa un final y agarrar uno nuevo significa un comienzo. Es muy importante compartir el interés y prestar atención para darse cuenta cuando el niño o niña ha terminado una actividad y está dispuesto para iniciar otra.

 

Cualquier momento del día puede servir para la interacción de “servir y devolver”; es fácil y divertido, además de estar fomentando el desarrollo de circuitos y conexiones neuronales.*

 

Cortesía de unicef.org

Los primeros años de vida son trascendentes para el desarrollo integral del niño y niña y para su futuro; asimismo, el acompañamiento adecuado del padre, madre y/o cuidador responsable y sensible a las necesidades del niño o niña; es igual de relevante.

 

Tienen sentido y resonancia las palabras de Raffi Cavoukian, cantante y fundador del Centre for Child Honouring de Canadá: “Si cambiamos el comienzo de la historia, cambiamos la historia entera”.

 


 

***Por Leslie Paz.


**Fotografías de Portada y final: Cortesía de Shirley Alcántara.


*5 pasos para Servir y Devolver: Extraído del video 5 pasos para Servir y Devolver del Centro para el Niño en Desarrollo de la Universidad de Harvard (https://developingchild.harvard.edu/translation/how-to-5-steps-for-brain-building-serve-and-return-spanish/)

[Al hacer clic en el enlace, se accede al video]

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