La Empresa Editora La
Industria de Trujillo SA, a escasos días de cumplir 129 años de tenaz
existencia, se debate entre la vida y la muerte. Por los malos tiempos que
afrontan los medios de prensa en el país; desaciertos en el manejo
administrativo y una acumulación de deudas, soporta una grave crisis que,
manejada por INDECOPI, la Junta de Acreedores debe decidir este 10 de octubre;
su definitiva liquidación, o su reestructuración.
Son cinco los
acreedores que ante INDECOPI plantearon la demanda reclamando el pago de la
deuda contraída por la editora de La Industria y Satélite. En INDECOPI, a
través del debido proceso, se formalizó la Junta
de Acreedores constituida por: Banco de Crédito del Perú (BCP);
Trabajadores y extrabajadores de la empresa; la SUNAT y las AFP Prima e
Integra.
Por ser el mayor
acreedor, más del 40 %, BCP preside la Junta
y los trabajadores quedan como la segunda fuerza con un 33 %. De modo tal que
en la toma de decisiones, en las reuniones realizadas hasta hoy, la banca
quiere la liquidación y los trabajadores su reestructuración. Las AFP, con su
abstención, han dejado para este próximo 10 de octubre la vida, o cierre
definitivo de La Industria y Satélite.
Es decir, es evidente
la predisposición economicista del BCP. A ellos solo les interesa el dinero. La
banca siempre gana y nunca pierde. Una liquidación, para ellos, tiene la
inmediatez de cobro atendidos por el seguro. Para los trabajadores supone un
largo proceso de venta, de los bienes, de un activo menospreciado en el tiempo.
Sin embargo, este lance
de vida o muerte del subdecano de la prensa nacional, adquiere otra dimensión
cuando dirigimos nuestra mirada al horizonte histórico del norte y del Perú.
LA INDUSTRIA nació en
Trujillo, un 8 de noviembre de 1895. Teófilo Vergel y Edmundo Haya, se
convirtieron en fundadores. Y a fines del siglo XIX se asociaron, Agustín
Ganoza Chopitea y Miguel F. Cerro.
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Imagen tomada de Edilberto Huamaní Huamaní -Página Oficial Facebook |
Con el siglo XX se
inició la era Cerro y una dinastía que ha trascendido más de un siglo. Los
Cerro Moral; Cerro Rinkler; Ortiz Cerro; y Sandaza Cerro; estas dos últimas son
quienes afrontan el proceso concursal de la editora.
Quizás lo más
trascendental del proceso que afronta La Industria, sea aquello que no admite
medición: su rico historial. Más de un siglo de luz con páginas escritas por
miles de trabajadores de la noticia. Con lúcidas figuras de la intelectualidad
peruana.
Abrir el cofre de
papel, sangre, tinta y genialidad nos muestra los poemas de César Vallejo; las
notas de Ciro Alegría y Vargas Llosa; José Eulogio Garrido; Nicanor La Fuente;
Haya de la Torre, hijo de Edmundo Haya; Carlos Manuel Porras; Elmer Núñez;
Eduardo Quiroz; Oscar Castañeda; Segundo Llanos; Sigifredo Orbegoso; Víctor
Julio Ortecho; Manuel Jesús Orbegoso; Jorge Moral; Daniel Gordillo Jara; Walter
Vásquez; Alfonso Campos Pérez; Carlos Castro Cruzado; Felipe Apaza; Víctor Hugo
Paredes; y periodistas de gran calidad que omitimos por la mezquindad del
papel.
Es oportuno precisar
que La Industria, con la tenacidad de Miguel y Vicente Cerro, forjó la más
grande cadena periodística de los diarios de provincias. En Piura, en 1918,
Cerro Guerrero fundó en esa cálida tierra el diario en una casona de la calle
Lima, justo frente a la casona de la familia Romero, fundadores del BCP, los
que ahora quieren liquidarla.
En el Perú un
interesado romanticismo ha puesto en valor viejas casonas y han logrado la meta
de ciudades que ofrecen a la vista del turismo; belleza y ese extraño encanto
que deja la arquitectura de todos los tiempos.
En este caso la
fragilidad empresarial atenta contra el gran historial que representan, La
Industria y Satélite. Dos fiscalizadores de la historia al borde de la
extinción por ese infame cómplice de la muerte que es el dinero. Tal el dilema
en la Junta de Acreedores: ¿La vida,
o el dinero? Esa es la cuestión.
*Por
Enrique Paz Esquerre.
**Imagen
de Portada: Difusión.
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