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El hombre desde la antigüedad ha vivido una vida muy extraña. Extraña en el sentido de necesitar de tontos. Si no tuviese tontos, tampoco tendría sabios. Si no tuviese tontos nadie sería considerado un gigante del intelecto. Es prácticamente una necesidad que la categoría de tontos permanezca…


Nadie ha examinado en profundidad cómo la sociedad ha venido funcionando hasta ahora. Mas la manera en la cual ha venido funcionando, solamente puede ser descrita como totalmente criminal. Una sociedad necesita categorías, jerarquías. Esta ha sido hasta ahora una sociedad competitiva. Y la misma idea de competencia es muy peligrosa para los seres humanos. Llaman a un hombre tonto solamente al compararlo con alguien que parece ser inteligente.


Un pequeño niño me dijo –me habían invitado a su casa; estaba sentado en el jardín, era el atardecer, y él era el único niño de la familia. No tenía más de seis años de edad. Yo le pregunté: “¿Cuál es tu nombre?”


Él dijo: “Bueno, en cuanto a mi nombre, hasta ahora creía que mi nombre era NO. Ahora que comencé a ir a la escuela, descubrí que ese no es mi nombre”.


Él está diciendo algo tremendamente importante. Cualquier cosa que un niño esté haciendo, los adultos están listos para decir: “¡No hagas eso!” Nadie recibe el permiso para florecer de acuerdo con su propia naturaleza intrínseca. Y esa es la causa principal para la creación de tantos tontos en el mundo. Mas ellos están sirviendo un propósito determinado. Si las personas tuviesen permiso para florecer conforme a su naturaleza, sin ninguna comparación, sin ninguna idea y sin ninguna disciplina impuesta, ¿Creen ustedes que alguien en el mundo tendría que aceptar a Adolfo Hitler como a un líder?


Los tontos han sido absolutamente necesarios para que algunas personas proclamen sus egos. Para que algunas personas escalen en la vida y ganen el Premio Nobel. Piensen solo por un momento si todos estuviesen viviendo de acuerdo a su propia naturaleza, y no tratando de ser otra persona, una tremenda inteligencia explotaría dentro de cada uno. Se trata de una ley básica de la vida y la existencia. Está bien que las flores no escuchen a tus profesores, a tus líderes, a tus políticos, sino ellos les dirían a las rosas: “¿Qué están haciendo? ¡Conviértanse en una flor de loto! Mas las rosas no son tan tontas. Pero supongamos, solo por argumentar, que las rosas comenzaran a tratar de ser flores de loto, ¿Qué sucedería? Dos cosas con certeza: No habría ninguna rosa, porque toda la energía sería absorbida en convertirla en loto; en segundo lugar, un rosal no puede producir una flor de loto. Eso no está en el programa interno de la semilla.


¿Encontraste alguna vez un árbol que puedas decir que sea un tonto? ¿O que sea muy inteligente, genial, que merezca un Premio Nobel? El hombre ha sido perturbado. Todos, desde tus padres hasta tus profesores, en la escuela, en la facultad, en la universidad, tu religión, tus predicadores, tus vecinos, todos están tratando de hacer de ti otra persona, alguien que tú no puedes ser, tú puedes solamente convertirte en ti mismo, y si no, te convertirás solo en un tonto.


Llamo a toda la historia de la humanidad un injustificado gran crimen contra cada individuo. Ella sirvió a los intereses creados, a las personas que están en el poder, a las personas que son eruditas, y eso es otro tipo de poder, a las personas que son ricas, y eso es otro tipo de poder. A ninguno de ellos les gustaría que cada uno estuviese centrado en sí mismo. Porque un hombre centrado en sí mismo, no puede ser explotado, no puede ser esclavizado, no puede ser humillado, no puede ser forzado a crear un sentimiento de culpa cancerígeno. Esas son las razones por las cuales a la humanidad no se le ha permitido crecer.




Desde la más tierna infancia, todo niño es condenado; todo lo que diga, todo lo que haga, jamás estará correcto. Naturalmente, él comienza a tener miedo de decir cualquier cosa, de hacer cualquier cosa por cuenta propia. Él es apreciado cuando es obediente. Él es apreciado cuando sigue las reglas y normas hechas por los otros. Todos lo aprecian. Esa es una estrategia. Condenar a un hombre que está tratando de caminar con sus propios pies, y apreciar a un hombre que es apenas un imitador. Naturalmente, su semilla interna, su potencialidad, jamás tendrá la oportunidad de crecer.


Recuerdo mi propia infancia. Si estaba sentado en silencio, alguien –y en India hay aún grandes familias, familias anexadas; en mi familia había por lo menos cincuenta personas- se aproximaba y preguntaba: “¿Por qué estás sentado en silencio?” Extraño, no puedo estar sentado en silencio. Y si estuviera haciendo bulla y jugando en casa… “¿Estás loco? ¿Por qué estás jugando por toda la casa?”. Viendo la situación, decidí que era mejor comenzar a luchar desde el mismo principio. Porque una vez que estás atrapado con esas personas, será muy difícil escapar de la muchedumbre.


Mi padre se quedaba muy admirado y decía; “Tú jamás respondes una pregunta. Por el contrario haces otra pregunta”.


Yo decía: “Ya comprendí todo. Si estoy sentado en silencio y tú me preguntas, ¿por qué estás en silencio?, no responderé. Preguntaré ¿por qué no puedo estar sentado en silencio? Tú tendrás que responder. Tú eres un hombre maduro, experimentado –y yo soy apenas un niño, respóndeme- ¿por qué no puedo estar sentado en silencio?”


Toda la familia, poco a poco comprendió que no se podía obtener ninguna respuesta de este niño. “Inmediatamente vira la pregunta y entonces estás en dificultades”. Ellos dejaron de preguntarme cosas.


Llegó a tal punto, que podía estar sentado y mi madre decía: “No veo a nadie en casa”, y yo estaba sentado frente a ella. “Necesito verduras, alguien debería ir a buscarlas”.


Yo decía: “Si encuentro a alguien te lo diré”.


Era considerado como no presente. Y yo demostraba eso, porque a menos que lo demuestres, se hace muy difícil. Al principio acostumbraba a mandarme: “Anda al mercado, es la época de los buenos mangos, trae mangos”.


Yo iba a la peor frutería y pedía: “Deme los peores mangos que tenga y cóbrese el precio de los mejores”.


Hasta los mismos vendedores se quedaban admirados, “¿Qué tipo de cliente eres?”


Dije: “¿Qué tipo de cliente? ¿Has visto ya muchos clientes?... Yo soy un cliente único”.


Y el vendedor se quedaba perfectamente feliz de darme los más podridos y cobrar el precio de los mejores. Y yo iba a casa y entregaba aquellos mangos podridos diciendo: “Estos son los mejores y pagué por ellos”. Y los mangos apestaban y mi madre decía: “¡Tíralos afuera!”


Yo decía: “¿Para qué botarlos? Hay una mendiga y yo puedo dárselos. Aún la mendiga no los aceptaba; ella decía: “Nunca vengas aquí, porque cada vez que vienes me traes algo podrido. Tíraselos a los perros”. Y yo estaba muy sorprendido que aún los perros se asustaban de mí. Cuando les tiraba algo, ¡ellos escapaban!


Poco a poco aceptaron que: “Es mucho mejor dejarlo ser cualquier cosa que sea. Una cosa es cierta, que no va a ser nadie especial en la vida”.


Estuvieron acertados. He confirmado su profecía.


No soy nadie especial en la vida.


¿Pero a quién le importa ser especial?


Yo soy yo mismo, y eso es suficiente, más que suficiente.


Cada momento de mi vida tuve que luchar para protegerme de mi mismo; si no hacemos eso, todo el mundo está listo para cortar nuestras raíces. Es muy difícil, en esta sociedad, encontrar seres humanos que te permitan la libertad de ser tú mismo. Eso ha creado un retardamiento en todo el mundo.




Las naciones necesitan tontos; de otra manera ¿quién va a pelear las guerras? El mundo necesita tontos; de otra manera ¿cómo va a hacerse la gente más y más rica con el trabajo y la sangre de otros? Esta civilización necesita tanta gente no inteligente como sea posible; de otra manera, ¿quién va a ser católico?, ¿quién va a ser protestante?, ¿quién va a ser hindú?, ¿quién va a ser mahometano?


Toda la estructura de la sociedad ha sido manejada en tal forma, que unas cuantas personas explotan a millones. Y ellos les han dado consuelo a los que han sido explotados: “Es por tus malos actos de tu vida pasada”. Tú no sabes nada de tu vida pasada, así que esto es un buen consuelo: “¿Qué puedo hacer?” O te dicen: “Esta es una prueba de fuego de tu fe en Dios. Quédate contento como estás y serás premiado mil veces después de la muerte”. Las religiones se han refugiado ya sea en el pasado… jainismo, budismo, hinduismo; todas ellas están orientadas hacia el pasado. O las otras tres religiones –cristianismo, mahometanismo, judaísmo- se han refugiado en el más allá.


No hay mucha diferencia. Todo lo que sucede, está sucediendo en la vida, y ellos la están transfiriendo, ya sea para antes del nacimiento, o para después de la muerte. La estrategia es la misma. Todo el propósito es para que tú permitas que la gente te explote, para que permitas que la gente beba tu sangre con la profunda satisfacción de que “así es como son las cosas”.


Quiero decirte, muy enfáticamente, que todas estas religiones han jugado en las manos de los intereses creados. Todos tus sacerdotes no son nada más que sirvientes de tus políticos. Toda la historia de la humanidad ha sido un desastre. Y a menos que comencemos a rebelarnos como individuos, deshaciéndonos de todas las nacionalidades, de todas las religiones, de todas las razas, y declaremos que todo este planeta nos pertenece y que todas las líneas del mapa son falsas, a menos que los individuos comiencen a cambiar todo el sistema educativo…


El sistema educativo debería enseñarte el arte de vivir, debería enseñarte el arte de amar, debería enseñarte el arte de la meditación, debería enseñarte finalmente el arte de morir gloriosamente. Tu sistema educativo, no es educativo. Solo crea empleados, jefes, carteros, soldados –y tú llamas a eso educación. Has sido engañado. Pero el engaño ha venido ocurriendo por tanto tiempo que te has olvidado completamente. Y continúas aún en la misma vieja rutina.


Levanto mi mano contra todo el pasado de la humanidad. No ha sido civilizada. No ha sido humana. No ha sido en ninguna forma de ayuda para que la gente florezca; no ha sido una primavera. Ha sido una calamidad, un crimen cometido a gran escala…


Pero alguien tiene que levantarse contra ello, y alguien tiene que señalar: “Renunciamos a nuestro pasado, y comenzaremos a vivir de acuerdo a nuestro propio ser interno y crearemos nuestro propio futuro. No permitiremos que el pasado cree nuestro futuro.




Me gustaría que acepten solo una oración, y eso es la risa, porque cuando estás riendo totalmente, estás en el presente. No puedes reírte en el futuro y no puedes reírte en el pasado. Toda esa gente que ha creado esta humanidad retardada, ha quitado toda la salsa, toda la risa, todas las sonrisas y han arrastrado a todo el mundo a que sea inauténtico. Y si eres inauténtico, insincero, nunca podrás hacer brotar la semilla que te fue dada por este gran y compasivo universo.


Un mendigo barbudo, sucio, con los ojos inyectados y desdentado le pide una propina a Paddy.


“¿Usted bebe, fuma o juega?” pregunta Paddy.


“Señor” dice el vagabundo, “yo no bebo ni una gota, no fumo ese repugnante tabaco y no entro en el satánico juego”.


“Muy bien”, dice Paddy, “si usted viene conmigo a casa, le daré un dólar”.


Al entrar a casa, Maureen lleva a Paddy a un costado y le murmulla: “¿Cómo te atreves a traer a ese horrible espécimen a nuestro hogar?”


“Querida”, dice Paddy, “solamente quería que veas cómo luce un hombre que no bebe, que no fuma y que no juega”.


La vida no debería ser algo serio. Debería ser un profundo juego –diversión. Y a cada individuo debería permitírsele absoluta libertad de ser él mismo. La única restricción será que no puedas interferir en la vida de otro individuo -puede ser tu esposa, puede ser tu esposo, puede ser tu niño, no interesa. Un tremendo respeto por el individuo es para mí la esencia de ser verdaderamente religioso. Sé tú mismo y deja que los otros sean ellos mismos, y esta vida, este planeta, puede llegar a ser el paraíso del loto aquí y ahora.


Pero algo tiene que hacerse y hacerse muy pronto, porque todos esos necios están preparando un suicidio global. A menos que te rebeles contra el pasado y contra toda la herencia del pasado, no podrás salvar a la humanidad, a estos lindos árboles, a estos pájaros que trinan, a este pequeño planeta que se ha desarrollando hasta el plano de ser consciente.


Los científicos estiman que puede haber millones de otros planetas en el universo, pero no hay ni siquiera una sola evidencia aún… La única evidencia de vida que haya crecido hasta el plano de consciencia -de amor, de silencio, de vivenciar el cosmos- ha sucedido en esta pequeña Tierra. A cualquier costo, esta Tierra y la gente de esta Tierra, tienen que ser salvados de la calamidad que está viniendo desde todo tu pasado. Una absoluta discontinuidad es necesaria; todos los libros de historia deberían ser quemados. Todo el sistema educativo debería centrarse en la alegría, en el amor, en la libertad, en la consciencia, y en un tremendo respeto por todo aquello que está con vida. Esta es mi visión.


El tiempo es muy corto. Esos necios han estado trabajando por miles de años y han llegado a tal punto que tienen la capacidad de destruir este planeta siete veces. Tanta fuerza destructiva se ha acumulado, que a menos que unos cuantos individuos concentren coraje y se rebelen contra todo ese pasado… no estoy diciendo que escojas, que escojas aquello que es bueno y dejes lo que es malo. Ambos están juntos; no puedes hacerlo. El pasado tiene que ser simplemente borrado, como si estuviéramos en la Tierra por vez primera, y que no hubiera habido historia. Esa es la única posibilidad de crear un mundo bello lleno de amor, lleno de fragancia, con un profundo respeto por todo el mundo. El pasado ha vivido centrado en odio. El futuro puede vivir solo si se centra en el amor. El pasado ha sido inconsciente, el futuro puede ser solo consciente.


Para muchos, esto puede parecer un sueño casi imposible. Pero recuerda, lo que sea que eres, no es por los políticos, no es por los sacerdotes. Lo que eres, si alguna llama está aún viva en ti, es a causa de los poetas, de los soñadores, de los místicos.


Podemos ya sea morir con el pasado, o podemos renacer con un nuevo futuro. Límpiate a ti mismo y vuelve a ser Adán y Eva otra vez. Desobedece  a Dios otra vez. Solo entonces habrá una posibilidad para que esta visión se convierta en una realidad.


No te preocupes acerca de todo el mundo. Si podemos crear la idea de rebelión en una pequeña minoría en el mundo, esto será suficiente. Una sola semilla puede hacer que toda la tierra sea verde, y un solo hombre en rebelión puede crear un mundo totalmente nuevo, una humanidad totalmente nueva.


No estoy a favor de ninguna revolución organizada, porque todas las organizaciones, básicamente destruyen  al individuo. Estoy a favor del individuo y de su dignidad; no hay nadie más allá del individuo. Tenemos que dar este tremendo salto cuántico, de la vida organizada al florecimiento individual. Es posible… Y si este fuego individual se expande, puede llegar a ser como un gran incendio, porque en lo más profundo todo individuo está sufriendo. Quiere rebelarse contra todo aquello que ha sido reprimido, contra todo lo que se le ha impuesto...

 

 

*Extraído de “El Nuevo Niño”

Autor: Osho

Páginas: 03 – 11

Editorial: MUTAR, Buenos Aires, Argentina.

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