Amado Ruiz de Nervo Ordaz, escritor, diplomático y poeta mexicano, nació
en Tepic, capital del Estado de Nayarit, el 27 de agosto de 1870; y falleció a
los 48 años, en la cúspide de su popularidad, en Montevideo, Uruguay, el 24 de
mayo de 1919.
“Amado Nervo fue,
quizá, el poeta mexicano más popular de la primera mitad del siglo XX, y aunque
su imprescindible obra contrajo filias y fobias, la búsqueda constante de
respuestas existenciales, un arrojo inconmensurable de emociones y la inédita
musicalización y fuerza expresiva de sus metáforas produjeron un trabajo
excepcional que para muchos sigue vigente”. Fuente:
Gobierno de México (www.gob.mx)
Este poeta, dejó
variado material literario: cuentos, novelas, crónicas, ensayos, crítica y
poesía… Su producción poética fue
cambiando y evolucionando junto con él. Cada vez con más sencillez... (“Este libro sin retóricas, sin
procedimientos, sin técnica, sin literatura, solo quiso una cosa: elevar tu espíritu. ¡Dichoso yo si lo he
logrado!”)
El
día que tú me quieras
El
día que me quieras tendrá más luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.
Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cantarinas
el día que me quieras.
El día que me quieras, los sotos escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.
Cogidas de la mano, cual rubias hermanitas,
luciendo galas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras...
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!
Al reventar el alba del día que me quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.
El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de las Mil y Una Noches; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.
El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.
De El Arquero Divino
(1919).
***
En
Paz
Artifex
vitae, artifex sui
(Un artista de su propia vida)
Muy
cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida.
Porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.
...Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que Mayo fuese eterno!
Hallé sin duda largas las noches de mis penas;
mas no me prometiste tan sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!
De Elevación
(1916).
***
*Fotografía
de Portada: Difusión
*Poemas
extraídos de: Amado Nervo - Poesías
Autor:
Amado Nervo
Páginas:
38-39; 49
Editorial:
Desconocida (Libro antiguo, desgastado)
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