Muchos ciudadanos... e
inclusive muchos arquitectos erróneamente consideran a la arquitectura como
construcción, sin embargo “La arquitectura no es construcción, la arquitectura es el fruto de la exigencia
humana, más no de una necesidad”.
La arquitectura no es
algo fácil ni menos algo sencillo, es un acto mayor, es un compromiso con la vida…
Es necesario saber que
una de las cosas lindas de un proyecto que hace que sea arquitectura y no
construcción es que a la belleza de la realización se le añada sentido y emoción.
Se necesita empezar a
tener arquitectura con sentido y que
pueda emocionar al usuario que lo habita; una arquitectura con intención. Para
ello, es necesario interiorizar que integridad,
unidad y coherencia, son los 3 criterios frente a los cuales puede
evaluarse o juzgar cualitativamente una arquitectura. Son ellas las que revelan
las intenciones con respecto a los cuales se fundan el proyecto…
Gracias a Alberto Campo
Baeza, sabemos que “La arquitectura tiene como único objetivo el de revelar la
luz” y es gracias a esta frase de Campo Baeza, que se puede entender que la
arquitectura y la luz son algo más que solo amigos; “la arquitectura sin la luz,
nada es y menos que nada”, nos dice el maestro de la luz el gran Bernini.
“La propiedad principal
de la arquitectura es poder despegar, sacar, aliviar la luz, despegarla,
sacarla del edifico”. Y separarla y enseñarla… Para llegar a ese estado es
necesario consagrar a la arquitectura todo el tiempo que ella requiera, todos
los minutos, todas las horas...
En la actualidad vivimos el día a día con la tecnología y es gracias a ello que cada vez se vuelve más frecuente el uso de los programas digitales, los cuales parecen haberse convertido erróneamente en el reemplazo del boceto o dibujo de las primeras ideas al momento de empezar a realizar un proyecto.
Ya nadie dibuja a
mano alzada, ya nadie hace croquis. En el mejor de los casos son pocos los que
realizan esta actividad al momento de enfrentar un encargo arquitectónico.
Hecho que se considera un grave error cometido por nuestros arquitectos, pues
cualquier proyecto dibujado por la máquina “computadora” en su etapa inicial
parece de plástico, “artificial”, algo descartable, sin sentido.
Un proyecto hecho por
la máquina no tiene la capacidad de emocionar ni de hacer sentir. No tiene la
capacidad de plasmar el sentir ni la personalidad del arquitecto, puesto que el
croquis arquitectónico es una necesidad del arquitecto. Es la herramienta
principal, debido a que permite muchas cosas positivas, entre ellas, el
permitir aliviar la memoria, dejar un rastro de nuestra existencia en la ciudad
y en el mundo. Permite volver, “regresar a ver lo que has dibujado para ver lo
que has hecho”, permite comparar.
Se define mejor en
estas frases: “Nadie puede tener ideas sin dibujar”… “El proyecto se hace
dibujando”.
Nosotros decidimos el
espacio. El arquitecto que quiere mejorar la vida está contra lo establecido,
pues somos “arquitectos con esperanza”.
Cambiemos esa idea de
pensar que la arquitectura sale sola, la arquitectura necesita del
pasado, de la historia, de una teoría, de las herramientas esenciales como el
croquis, boceto en el proceso proyectual y de características como si fuesen
ingredientes que se necesitan para cocinar la arquitectura…
Son los seis sentimientos
de la modernidad: ligero, transparente,
pictórico, abierto, abstracto y fluido, para conseguir una buena
arquitectura…
Lamentablemente,
tenemos que reconocer que la vivienda ha sido abandonada al sector comercial,
no cabe duda que este famoso boom inmobiliario encabezado por empresarios, solo
tiene como objetivo generar más dinero para sus bolsillos, entregando a la
ciudad edificios sin voluntad, sin alma ni espíritu arquitectónico.
En los “edificios
multifamiliares” que tenemos en la ciudad de Huancayo ha primado sobre todo la
intención de sacar el jugo al terreno, dejar los espacios libres al mínimo; en
muchos casos incumpliendo lo requerido. Sacrificando las áreas libres y las
medidas adecuadas que demandan los ambientes de una vivienda para logar un
confort digno; con el único objetivo de sacar más ambientes, más departamentos
para lograr mayor rentabilidad al empresario o inversionista. Dando a entender
que lo que menos interesa en este campo es el usuario.
La arquitectura tiene
el compromiso de diseñar, proyectar y materializar una vivienda con la calidad
que se merece para dignificar a las
personas que la habitarán.
Es necesario revisar y
redefinir en el presente, los criterios
básicos para el diseño de una vivienda digna. También es necesario
emprender nuevas exploraciones en los confines del espacio físico para hacerlo
habitable; congeniar con la gravedad; coquetear con la luz y la naturaleza;
prolongar el límite de la osadía; descubrir nuevas rutas de navegación en la
mente creativa…*
*De “La vivienda como compromiso
de la Arquitectura”
Lenin
J. Meléndez Rodríguez.
Huancayo. Perú
Cortesía de arqa.com
**Imagen de
Portada:
“Chiclayo 1033”,
Obra arquitectónica de Oscar Borasino y Ruth Alvarado.
Cortesía de morada.pe
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