Un nuevo ser llega a este mundo. Con un gran potencial por desarrollar. Un espacio de posibilidades y oportunidades le esperan…
Crecer biológicamente y
emocionalmente en este país es difícil. Al no haber las óptimas políticas de
estado que trabajen por mejorar tantas deficiencias y carencias en el
acompañamiento de padres de familia y en la protección de los pequeños.
Existe un problema de
gran relevancia y poco visibilizado, pues cualquier estadística tendrá un
registro por debajo de lo real. Estamos hablando del caso de niños y niñas de 0
a 2 años y de un factor muy negativo para su desarrollo, como lo es la violencia infantil.
Es increíble que una
persona adulta maltrate a un ser tan indefenso y vulnerable. Pero es un
problema latente que hay que atender y, por el bien de los niños, niñas y de la
sociedad misma, superar.
En el Perú, de acuerdo
al INEI, (Estimaciones y Proyecciones de
la Población Nacional, por Año Calendario y Edad Simple, 1950-2050), en la
actualidad, 3’326,206 millones son
niños o niñas de 0 a 5 años. Las cifras
se van actualizando. Cifras de recién nacidos, cifras de los índices de los diferentes
factores de crecimiento de los niños; empero también, índices de factores que
amenazan el sano desarrollo de estos niños y niñas.
¿Cómo crecen y se
desarrollan estos niños y niñas? ¿Qué factores determinan un buen desarrollo? Y
¿Qué factores se lo impiden?
Según investigaciones, “La
arquitectura básica del cerebro” se desarrolla desde antes del nacimiento y
continúa hasta la edad adulta. “Las
experiencias tempranas afectan la calidad de esa arquitectura, estableciendo un cimiento sólido o frágil
para todo el aprendizaje, la salud y la conducta posteriores”.
Informa el Centro para el Niño en Desarrollo de
la Universidad de Harvard, que
realiza constantemente investigaciones al respecto: “En los primeros años de
vida, más de un millón de conexiones
neuronales se forman cada segundo. Luego de este periodo de rápida
proliferación, las conexiones se reducen mediante un proceso llamado “poda”,
que permite que los circuitos cerebrales se vuelvan más eficientes. Las vías
sensoriales como las de la visión y audición básicas son las primeras en desarrollarse,
seguidas por habilidades tempranas de lenguaje y funciones cognitivas
superiores. Las conexiones proliferan y se podan en un orden establecido: los
circuitos cerebrales más complejos van construyéndose sobre los circuitos
anteriores más simples.
Hablar de Primera
Infancia es hablar de seres que inician su ciclo de vida y su normal
desarrollo. Y son los primeros 24 meses de vida, los que determinarán su
futuro; en autoestima, inteligencia, salud física y salud mental.
Para muchos padres y
madres suena sencillo, solo es cuestión de alimentarlos, asearlos, cumplir con
los controles médicos, cambiarles los pañales, y estar al pendiente de ellos.
Sin embargo, es más que
eso. Los niños y niñas de 0 a 2 años necesitan de padres, madres y/o cuidadores
responsables y sensibles a las
necesidades de ellos. No es fácil. Su único medio de comunicación de estos
bebés, en un inicio, es el llanto. Pueden estar alimentados, aseados y no
obstante, necesitan más. Necesitan estímulos. Necesitan saber que alguien está
allí cuando lo requieren.
Necesitan afecto,
alimento, controles médicos, higiene, y cuidadores responsables con la madurez
suficiente como para aprender y formarse como padres, a la vez de desaprender conductas
normalizadas, pero que son muy dañinas para el niño y la niña; y para ellos
mismos también.
Muchos padres, madres
y/o cuidadores responsables, se enfrentan, tal vez sin reparar en ello; a la
más grande misión de sus vidas, cobijar, guiar, formar y educar al nuevo o
nueva ciudadano(a).
Es inferible que
infantes de 0 a 2 años que recién están desarrollando su capacidad comunicativa
del lenguaje, no pueden manifestar y contar lo que sienten y de ser el caso, lo
que están sufriendo.
También es deducible
que muchos de los cuidadores “responsables” que maltraten a estos pequeños, no
son consientes del tremendo daño que les hacen. En algunos casos la violencia
está normalizada, así que no la ven como tal.
La violencia es uno de
los factores que interfiere negativamente en el buen y adecuado desarrollo del
niño o la niña. Entonces, ¿qué es la
violencia infantil?
El Organismo Mundial de
la Salud (OMS) indica que el maltrato infantil es el abuso o la desatención que
sufren los menores de 18 años por parte de sus padres o apoderados. Es una
forma de vulneración de los derechos de los niños, y origina graves
consecuencias que puedan perdurar incluso toda su vida.
El maltrato infantil es
cualquier acción u omisión no accidental de un adulto a una niña o niño, ocasionando
un daño en su integridad física, psicológica y/o social. Las niñas o niños
generalmente son víctimas pasivas de los adultos, manifestando su victimización
primaria con ansiedad, angustia, abatimiento, miedo a que se repita,
culpabilidad… expresa la definición adscrita en la Encuesta
Demográfica y de salud Familiar ENDES
2020.
Algunas creencias equivocadas respecto a la violencia infantil:
![]() |
Extraído de Estudio “Entender para prevenir la violencia hacia niñas, niños y adolescentes” UNICEF- MIMP- 2014 |
Existen varios tipos de violencia infantil. El Ministerio Público- Fiscalía de la Nación del Perú, señala que estos son los Tipos de maltrato infantil:
Maltrato físico: son
los actos que dañan el cuerpo del niño o niña. Va desde una contusión leve
hasta una lesión mortal. Ejemplo: golpes, quemaduras, etc.
Maltrato psicológico: se
da por acciones, actitudes o por la incapacidad de dar un ambiente emocional
óptimo para que el menor sea independiente y seguro.
Abuso sexual: es
cualquier acto sexual con un menor, sea con contacto físico (tocamientos, besos
íntimos y relaciones sexuales); o sin contacto, como exhibicionismo, exposición
a pornografía, etc.
Maltrato médico: es
cuando se da información falsa sobre la enfermedad de un menor que requiere
atención médica, se omite decirla o no se permite su atención poniendo en
peligro su vida.
Maltrato por
desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo (económico): le
causa un daño a la salud, desarrollo o dignidad del menor o pone en peligro su
supervivencia. Ejemplo: privación de alimentos, de escolaridad, etc. (Fuente: www.gob.pe).
Es
importante recordar que la Ley N°30403, prohíbe el castigo físico y humillante contra niños,
niñas y adolescentes. En el caso que el padre, madre, o tutor maltrate al menor
que cuida, será procesado por un delito penal si el maltrato causa lesiones
leves, graves o la muerte del menor.
Los
resultados de la (Encuesta Demográfica y de salud Familiar) ENDES 2020 (inei.gob.pe/media/MenuRecursivo/publicaciones_digitales/Est/Lib1795);
y la información actualizada 2022, del portal estadístico del Programa Nacional
Aurora, expresan evidencias sobre la situación de la violencia que sufre la
Primera Infancia:
Según
estos dos cuadros, la principal forma de corregir al niño o niña es la
“reprimenda verbal” y la persona que lo realiza en mayor porcentaje es la
madre.
El
portal estadístico del “Programa Nacional
para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e
Integrantes del Grupo Familiar – Aurora”, tiene registrados en este año
2022, de enero a octubre: 22,314
casos de violencia a menores de edad,
y de ellos; 6,941 casos son de niños
o niñas de 0 a 5 años. Siendo el
tipo de violencia psicológica la que tiene mayor porcentaje en estos pequeños:
3,796.
Asimismo,
Lima, Arequipa, Cusco y La Libertad son las regiones que tienen mayor registro
de casos de violencia infantil. Enfatizando, “casos registrados”; se debe
considerar que, por la corta edad de estos pequeños debe darse un amplio margen
de subregistro.
La
violencia más común, además de normalizada es la psicológica y física. Cabe
aclarar que: samaquear, jalonear al bebé es violencia. Vestirlo bruscamente por
estar con apuro, es violencia. Darle una nalgada, es violencia. Dejarlo llorar
e ignorarlo, es violencia. Gritarle o tratarlo con ira, es violencia. Críticas,
burlas, insultos, rechazo, aislamiento… es violencia.
El “Centro para el niño en desarrollo” de
la Universidad de Harvard, de acuerdo a sus investigaciones acota que: “Los
niños pequeños buscan de modo natural la interacción mediante balbuceos,
expresiones faciales y gestos, y los adultos les responden con el mismo tipo de
vocalización y gesticulación. En ausencia de tales respuestas – o si estas son poco fiables o inapropiadas
– la arquitectura cerebral no se forma de la manera prevista, lo que puede
conducir a disparidades en el aprendizaje y la conducta.
El estrés tóxico, que es el resultado de respuestas biológicas
fuertes, frecuentes y/o prolongadas a la adversidad, puede dañar la
arquitectura del cerebro en desarrollo y aumentar la probabilidad de que se
produzcan problemas de salud mental que pueden aflorar rápidamente o años más
tarde”. (Fuente: https://developingchild.harvard.edu)
![]() |
(Fuente: https://developingchild.harvard.edu/) |
En otras palabras, los
primeros años de vida son relevantes y determinantes para un desarrollo
adecuado del bebé, y su futuro en la niñez, adolescencia, juventud y adultez.
Asimismo, el “Centro para el niño en desarrollo” concluye
entre otros resultados:
“El bienestar emocional
de los niños pequeños está directamente vinculado al comportamiento de sus
cuidadores y al funcionamiento de las familias con las que viven. Cuando las
relaciones en esos contextos son abusivas, amenazantes, crónicamente
negligentes, o psicológicamente dañinas, se convierten en un factor que aumenta
el riesgo del desarrollo de problemas de salud mental. En contraste, cuando las
relaciones son confiables, receptivas y de apoyo, pueden proteger a los niños
pequeños de los efectos adversos de otros factores estresantes”.
Entre
las principales consecuencias de la
violencia infantil tenemos:
-Afecta las conexiones
neuronales, en vez de promoverlas.
-Afecta de manera
significativa el desarrollo del niño o niña.
-Daña la arquitectura
cerebral en desarrollo.
-Disminuye el nivel de
desarrollo psicoemocional.
-Aumenta el riesgo de
enfermedades y deterioro cognitivo en la edad adulta.
-Grandes posibilidades de problemas de por vida en: el aprendizaje, la conducta, la salud física y la salud mental.
¿Qué se puede hacer? Todos somos parte de la solución:
El padre, la madre y/o
cuidador responsable del cuidado de niños y niñas; puede y debe asumir con
responsabilidad su misión y por ello, buscar acompañamiento y/o asesoramiento
de organismos que han asumido ese compromiso; como es el caso de COPERA
Infancia, Fundación Baltazar y Nicolás, u otras instituciones que cumplen con
ese objetivo.
El gobierno tendría que
mejorar sus políticas de atención a esta problemática. Debe incrementar su
presupuesto para ello. Hay mucho por hacer. Los Centros de Salud deben estar
capacitados y contar con personal idóneo para asesorar a los padres.
Las instituciones de servicio
educativo; tienen que continuar y/o mejorar los “Talleres para Padres” en el
caso de instituciones de educación básica y respecto a las de enseñanza superior
también se deben trabajar esos temas. Algunas universidades ya han asumido el
compromiso.
Las organizaciones
especializadas que ya vienen trabajando con padres, madres y cuidadores
responsables; y a la vez vienen capacitando con Programas de formación en
Primera Infancia a grupos profesionales; y lo ejecutan de manera loable;
necesitan seguir proyectándose a más grupos de diferentes organismos como de la
policía, los Centros de Salud, instituciones educativas… y a la comunidad.
La sociedad civil, tiene
que comprometerse con educarse, informarse; además de informar o denunciar
cuando sea testigo de situaciones donde se maltrate a los niños y niñas (Línea
100). Se pueden crear grupos de apoyo asesorados por los organismos
especializados. Todo inicia con la buena voluntad.
Los Medios de
Comunicación debemos sumarnos a la solución del problema; informando respecto a
la importancia de la primera infancia, y difundiendo por un lado las realidades
que son verdades amargas, pero sobre todo promoviendo las buenas prácticas para
el cuidado y crianza o concientizando a los padres sobre la gran importancia de
su rol.
¿Quién protege a los niños y las niñas?
Toda la comunidad con
sus respectivas organizaciones e instituciones está comprometida y tiene una
responsabilidad con la primera infancia; niños y niñas que merecen un buen
presente para que logren un futuro mejor aún.
*Por
Leslie Paz.
**Imagen de Portada: Difusión.
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