La yotisha es la
ciencia de la Luz, así se llama a la astrología en la India. Y el astrólogo se
forma no sólo por tradición, es decir, por haber recibido su saber directamente
de un maestro, sino que, en ocasiones, también tiene una rigurosa formación
académica, como la que brinda la Universidad de Benarés. En ella los futuros
astrólogos se forman en matemática y astronomía, para después arribar recién a
la parte más profunda del saber sideral: saber cómo influencian los astros en
la vida de la tierra y en el comportamiento de los hombres.
Para los hindúes, la
astrología es apaurusheya, de origen no humano, un saber que fue recibido,
recepcionado desde los orígenes.
Levantar un mapa natal
o astral es detener el tiempo. Es tomar una foto de cómo estaba el cielo cuando
nació una persona, una ciudad o un evento cualquiera que revista cierta
importancia. La interpretación, basada en códigos muy concretos y en el
conocimiento de los símbolos, hace que el astrólogo tenga, al menos en la
India, una preeminencia que envidiarían los astrólogos de Europa o América.
En la India, el
astrólogo no sólo describe y explica una realidad vital en base al estudio de
las relaciones planetarias. También puede aplicar una tecnología ancestral muy
profunda que permita conjurar una configuración planetaria negativa, y así
dominarla o superarla.
Esta tecnología está
plasmada en ritos. El hindú es un hombre ritual. Y los ritos son esencialmente
adoración. El hindú adora, no como una debilidad o rendido a un sentimentalismo
exacerbado. El hindú adora porque reconoce lo sagrado y su poder. Es como si
cada día despertara un espacio donde ese poder pudiera actuar. Eso lo
predispone al contacto con la naturaleza y ver en ella la presencia de lo
divino. Reconocer entonces que lo terrestre y lo humano guardan relación con lo
celeste es inevitable.
Un planeta es una
fuerza, una energía. Pero también es una realidad arquetípica que manifiesta su
impronta en los diversos grados de la realidad. Así que, mediante los ritos,
los sacerdotes astrólogos pueden enlazar algunos eslabones de esa jerarquía
ontológica para favorecer situaciones o aplacar una influencia negativa. Y esta
acción también busca aplicaciones materiales o mundanas, como es el caso de los
talismanes astrológicos.
*Por
Enrique Paz Castillo.
Extraído
de sabiduríahindu.blogspot.com
**Imágenes: Difusión.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario