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Susana Aguilar Yauri, una artista plástica trujillana, que en su constante búsqueda y crecimiento ha transitado por las diversas manifestaciones del arte; y gracias a ello, el resultado son obras artísticas realizadas con diferentes técnicas como al óleo, instalación, grabado, gofrado y puntillismo; y en todas ellas consigue expresar y transmitir su peculiar mensaje.


Porque no es cualquier mensaje. La esencia de éste es representar y visibilizar a esos elementos de la naturaleza que están ahí, sin embargo, el común de las personas no repara en ellos, tal vez porque la celeridad del ritmo de vida y el estado de inercia del que se es cautivo, no lo permite.


Menciona un pasaje bíblico: “Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; se les han tapado los oídos y se les han cerrado los ojos”.


Empero, hay quienes tienen la capacidad de ver, observar, sentir, valorar; además de representar y plasmar esos elementos de la naturaleza; e invitarnos y conducirnos hacia ellos.


Y Susana nos comunica con sus obras lo que su sensibilidad le privilegia ver.


Su arte no ha pasado desapercibido; ha obtenido premios, ha participado en exposiciones individuales y colectivas, sus obras han recorrido galerías regionales, nacionales e internacionales; y aún “hay mucho pan  por rebanar”.


Y como la vida siempre está en constante cambio, hubo presencia y ausencia. No obstante, en Susana, el arte está en su esencia y naturaleza; por lo tanto, necesita expresarse, se abre paso y manifiesta…


Revista Arquetipo tuvo la fortuna de conversar con Susana Aguilar Yauri (SAY) acerca de la mirada de la artista, su historia, arte, proyectos, búsqueda, encuentros y más…

"De la serie La Puerta Mágica" - xilografía, 2023

RA: ¿Qué es lo que te mueve? ¿Por qué te dedicas a las artes plásticas?     

Desde niña me gustaba dibujar. Para mi es una necesidad. Me siento completa si lo hago. Es sentirme viva, sentirme útil; con una misión que llena mi espíritu.


RA: Empezaste de niña con los dibujos ¿y después?

Recuerdo que yo dibujaba desde niña, y para mi hermana menor le realizaba dibujos mirando libros y copiaba lo que a ella le pedían.

Después, recuerdo que quería estudiar Arquitectura, pero mis padres no podían pagarla. Y como me gustaba dibujar, alguien me comentó de la existencia de Bellas Artes. Entré a la Escuela como alumna libre con el maestro Pío Ángel, quien tenía bastante paciencia. Éramos un grupo de siete personas, entre ellos muchos extranjeros.

Alumna libre, significa que voy a la escuela de manera libre. Es decir, que no estoy yendo como formación académica.

Las clases eran de dibujo con carbón y tiza pastel. Fue muy enriquecedor pasar por este taller; me sirvió para el siguiente año y para decidir postular para formarme como artista.

Estuve casi cuatro años en la escuela, luego me retiré y me fui a estudiar Publicidad y Diseño Gráfico en el ITN; y retomo la carrera en la Escuela, luego de culminar en ésta casa de estudios.


"Espíritus de Piedra" - óleo sobre lienzo, 2007

RA: En Bellas Artes has aprendido diferentes manifestaciones del arte…

Sí claro, en el primer año de la escuela pasamos por pintura, cerámica, escultura, Pero nunca pasamos por grabado, ya que en ese entonces no estaba activado el taller en la Escuela. Recuerdo que sentí frustración de no poder conocer en aquella época esta disciplina...

Ahora, yo me encuentro experimentando en algunas técnicas de grabado en el taller del artista Gerardo Salazar con quien estudié los primeros años en la Escuela. Él no es profesor de grabado, pero nos comparte y enseña lo que él ha aprendido en talleres con maestros extranjeros como Pablo Delfini y el maestro Agapito en Perú.

Y dibujo he empezado hacer a raíz de que ya no podía pintar por mi embarazo. Porque yo usaba óleo y disolventes que son tóxicos. Así empecé a hacer dibujo. Antes de quedar embarazada empecé a hacer puntillismo.

Al no poder pintar empecé a trabajar de a pocos, no necesitaba mucho espacio para desarrollar esta técnica. Me gustaba el dibujo pero no encontraba una técnica que me permitiera transmitir y me diera  satisfacción y con el puntillismo lo encontré.


RA: Y eso fue cuando ya estabas embarazada…

El puntillismo lo conocí porque tenía un amigo que ha sido bastante influencia sobre mí. Él era un gran dibujante, hacía dibujos para publicaciones de arqueología ya que él era estudiante de Arqueología y de la Escuela de Arte. Lo vi trabajar una o dos veces en la técnica de puntillismo, pero ahí quedó. Pasaron los años y un año antes de quedar embarazada empecé a experimentar trabajando con puntos.

Ya había nacido mi primer hijo y tenía la necesidad de continuar dibujando porque todo lo guardaba. No tenía mucho tiempo, entonces empezaba en mis tiempos disponibles. Pensaba quiero hacer esto. Luego ya tenía 10 dibujitos, entonces empezaba a hacer más y más puntillismo. Pero es un proceso lento.

"Origen de la noche" - dibujo en la técnica del puntillismo, coloreada con tinta china, 2017

RA: ¿Tú decides cuando ya quedó? o necesitas enseñarle a otras personas tal vez…

No. Cuando tenía dudas era en la época de la Escuela… Al principio cuesta porque dependes mucho, o al menos en mi caso, del maestro. Pero cuando ya sales, coges valor. No sé cómo, pero uno pone en práctica, con errores y aciertos, todo lo aprendido durante los cinco años de estudio. Y ahí estás, siguiendo el camino que deseas.

Y cuando uno sale está en una búsqueda también, de qué es lo que vas a hacer, qué es lo que quieres mostrar.

Cuando terminé la escuela recuerdo, que los personajes que trabajaba en mi pintura tenían una semejanza a los cuchimilcos. Luego, me gustaban mucho los músicos andinos y plasmé músicos a mi estilo. Me encontraba en una búsqueda muy personal. Ya estaba por el camino.

Pero más adelante me encontré haciendo otras cosas. Como salía mucho fuera de la ciudad,  a estos lugares vacios, sin gente. Entre comillas, digo, por parecer no habitados. Es decir, no habitado “sin habitantes”, pero tenía habitantes; desde los animalitos, las plantas, los insectos; y también otros habitantes que son invisibles, que uno no los ve.

Me acuerdo cuando fui a un simposio de Arte Rupestre y escuché a Alfredo Mires, el antropólogo, decir: mirar a un cerro como si sólo fuera un montón de piedras es mirar a un hombre como si sólo fuera un montón de huesos.

Esa frase me caló bastante. Entonces, cada vez que salía a huacas, lugares sagrados; yo ya no veía como al principio. Yo veía seres. Había formas, color, texturas; pero estaban ahí presencias. Y trataba de ponerlas, de transmitirlas, de plasmarlas en mi obra; en mi pintura en este caso, porque yo estaba pintando. Y ahí empecé a trabajar de esa manera.

Entonces como que uno va buscando. Y después sigues con la búsqueda y yo me quedé con el tema de lo que es el paisaje desértico de la costa norte, los espacios sagrados y los seres visibles e invisibles que lo habitan.

"Piedra de las Ofrendas" - dibujo en la técnica de puntillismo sobre papel algodón, 2018

RA: Ves lo que la mayoría de la gente no ve…

Claro, lo que pasa es que estamos aquí en la ciudad con bulla, caos, además de apurados, que ya no nos permite detenernos, observar y sentir. En cambio cuando estoy allá, me tomo tiempo para detenerme, observar, sentir... el silencio. La inmensidad del espacio me hace sentirme tan pequeña pero a la vez que pertenezco a este lugar. Creo que eso me ha dado; ha alimentado mucho mi arte toda esta experiencia de estar en lugares sagrados.


RA: Dime, veías como una proyección, es decir, ves algo y piensas en ese lugar, en la gente que estuvo antes ahí y cómo lo hizo. O sentías, ¿ibas con esa predisposición y sentías esa energía o más era un ver reflexivo?

Reflexiva, a veces, cuando uno ve algo y piensa en cómo lo hicieron, quiénes pasaron por allí, qué usaron para hacer tal cosa. Pero si es solamente un paisaje que no ha sido tocado por el hombre, en donde las plantas crecen naturalmente; entonces simplemente el cerro es un ser, gigante, fuerte. Ahí está y todas las piedras que habitan ahí también son parte de una comunidad. Es como una comunidad. Entonces tú ya empiezas a ver de otra manera.

Ahorita yo ya no estoy saliendo mucho por motivos que estoy trabajando otras cosas aquí. Pero igual, para mí es una necesidad ir allá, sentirme bien conmigo misma. Porque también sientes una paz interior cuando estás en estos lugares…

Yo no he disfrutado mucho de la naturaleza de chica, pero si recuerdo cuando iba a la casa de mis abuelos y me deslumbraba ver los cerros, los cactus y árboles que crecen en los cerros, mucha vegetación, el color verde. Ya de grande empecé a salir con unos amigos y luego con mi compañero José Carlos. Con él, ya hemos hecho caminatas, visitas a lugares arqueológicos. Hemos dormido en algunos lugares muy mágicos y otras zonas que se siente energía fuerte. Y las cosas que han pasado han sido como premios: que te siga un zorrito, que el ave vuele y se detenga en el aire y te observe, te mire. O sea, pasan cosas bien especiales.

Yo busco esa conexión también. Para mí es importante estar ahí en esos territorios.

"Ayllu" - instalación con piedras, 2007

RA: Y ahora estás dedicándote al grabado. A través de cualquier técnica te expresas, pero ¿se podría decir que el puntillismo es lo tuyo?

No. Es que son procesos, etapas. Ahorita estaba haciendo grabado, pero también estoy pintando un boceto que hice para un mural del Proyecto Intangible que se estaba pintando en el colegio de Santo Domingo, Laredo. Es el segundo mural. Yo lo entregué sin pintar y ya dibujaron. Entonces, estoy ahorita en el proceso de colorear. Estoy poniendo color al boceto para que el artista que está pintando el mural, lo replique.

Y bueno, ahorita me encuentro haciendo esto, pero voy a volver a empezar a pintar al óleo porque lo he dejado mucho tiempo y se extraña. Dejé varios óleos sin terminar en mi antiguo taller. Había cosas que iban saliendo conforme iba dibujando. Y voy viendo posibilidades de trabajar con ciertas técnicas; así que voy a empezar a experimentar. Bueno vamos viendo cómo vamos.

Respecto al puntillismo, es una técnica que me ha permitido darle más fuerza  y expresión a mi trabajo. Disfruto mucho poner punto por punto, podría decirse que conecto bien con esta técnica.

El artista encuentra qué herramientas usar para poder plasmar su obra y también transmitir lo que necesita.

"Nacimiento Piedra Hembra" - dibujo en la técnica de puntillismo, 2017

RA: Para la exposición “Cartas que sanan” [Muestra referida al tiempo de confinamiento por la pandemia del COVID-19] usaste otra técnica…

Dibujo con gofrado es la técnica que usé para estas obras. Todos mis dibujos son puntillismo, y el gofrado es un relieve que es visible e invisible porque no tiene tinta encima.  Es la primera vez que experimenté con esta técnica y me encantó el resultado.

Yo he usado el gofrado para estas obras porque iban con el tema. Algo invisible, pero a la vez que está ahí. Presente, pero es invisible, o sea, me daba el efecto que yo necesitaba.

"Encierro" - gofrado y dibujo en puntillismo, 2021

RA: Recuerdas ¿cuál fue tu primera obra cuando ya te iniciaste en el mundo del arte?

Melodía”. Eran tres personajes como cuchimilcos con instrumentos musicales andinos, antara, flauta y otro. Era una pintura.

En ese momento, yo estaba atraída hacia la música andina. Estaba en una búsqueda y estaba influenciada por ello.


 RA: ¿Lo que representas siempre está vinculado con la naturaleza?

Más que a la naturaleza, yo diría a espacios sagrados, al paisaje del desierto de la costa. Están vinculados de un modo más íntimo y profundo; busco conectar con la energía de estos lugares.

Más que un paisaje son los seres que habitan, ya sean seres vivos, visibles o invisibles.

Trato de representar esos espíritus invisibles que no todos los pueden ver que no todos los pueden sentir cuando van.

"AUKI I" - óleo sobre lienzo, 2007 


RA: Revisando tu blog [susanaaguilaryauri.blogspot.com] llamó mi atención el dibujo “Dios del viento”…

Esta obra “Dios del Viento” nació simplemente.  Iba a dibujar, empecé y simplemente salió. Luego la he tenido guardada y después la he terminado porque sentía que faltaba algo. Representa al Dios del Viento, por eso esas volutas.

Ese ser, el viento, siempre me ha llamado mucho la atención, también. Como ser, no como cuando se dice el aire- viento, sino como un ser gigante, poderoso, que te trae rumores, se escuchan voces. A veces juguetón y a veces es agresivo; el más fuerte. Esas cosas siento.

"Dios Viento" - dibujo en técnica de puntillismo sobre papel, 2018

RA: Como se menciona en el poema “El río”, que a veces se desliza suavemente y a veces es bravo y fuerte…

Ya que mencionas “El río”, cuando el río suena también se escucha como si la piedra y el agua conversaran y se escuchan como si fueran voz femenina y masculina. Yo así lo he escuchado. He escuchado el río pasar y choca contra las piedras parece una conversación. Yo lo escucho.


RA: Podría ser. Porque nuestros sentidos están limitados. Nosotros vemos de acuerdo a lo que perciben nuestros sentidos, pero qué más hay, puede haber más…

Claro. Son seres con esa forma, que al chocar la energía esto sucede. Solamente que esas cosas no las vamos a ver todos.

"OH CHIPOTUR" - dibujo e instalación con arena, 2018

RA: ¿Qué necesitarían tener las personas que quisieran dedicarse al arte? ¿Qué se necesita para dedicarse al arte?

Voluntad, disciplina y practicar. Así no tengas talento, practicar porque la práctica hace al maestro.

Hay gente que tiene mucho talento, pero si no trabajas en ese talento para pulirlo, no sirve de mucho.


RA: ¿Te dedicas todos los días ahora, porque mencionaste que no lo has estado haciendo?

Sí. Es poco el tiempo que ahorita me dedico porque quisiera que sea ya un horario establecido. Pero, es casi todos los días, aunque sea un par de horas. Ahorita se me corta un poco porque tengo que correr con mi labor de madre, pero ya el otro año van a haber cambios.

Pero ahora le dedico un poco más que antes. Hay tiempo que también he parado, no he dibujado.

Las circunstancias que se presentan te llevan a parar. Solamente paras y luego ya cuando retomas tienes un montón de ideas, que dices, qué hago, por cuál empiezo.

"Ave" - litografía sobre aluminio sin agua, 2021

RA: Has parado 11 años. ¿La edad que tiene tu hijo mayor?

Claro. No pintaba, pero sí dibujaba. Dibujaba en los momentos que se podía. Tres, cuatro horas o me amanecía. Y otras veces, lastimosamente, la vida, las circunstancias que se presentan no te deja hacer porque ya tienes que resolver un montón de cosas domésticas. Ya no te da tiempo.

El año pasado me la he pasado menos productiva. He tenido más dificultades en muchas cosas y no había ese tiempo. Pero ya estoy volviendo, vuelvo a retomar y ahora ya tengo mi taller, mi espacio de trabajo, que es muy importante. Porque acá tenía que sacar mi trabajo y volver a guardar, que no es lo mismo dejar tus cosas y retomar al día siguiente porque sabes en qué te quedas y nadie toca nada.


RA: ¿Crees que a la mujer se le presentan más obstáculos en el ecosistema del arte? Mayormente se exhiben exposiciones artísticas de hombres…

Yo creo que ahorita está mejorando. Ahora que estoy volviendo a insertarme de nuevo en este mundo del arte, veo que hay más posibilidades y las mujeres están  sobresaliendo bastante.

Las mujeres artistas de algunas comunidades indígenas están sobresaliendo, ganando premios. Hay más grupos de mujeres, comunidades que se hacen en el arte; ellas de alguna manera visibilizan el trabajo de muchas artistas contemporáneas que trabajan en Lima y provincias; y de artistas antiguas de las que no sabíamos de su existencia o muy poco, ahora están dándoles un lugar en la historia.

Siguen habiendo más exposiciones de artistas hombres, pero ya las mujeres están teniendo más oportunidades. Y las comunidades de artistas mujeres sirven bastante para la difusión.


Susana Aguilar - participación en "Grabadoras Latinoamericanas", 2023
Foto de Galería Impromptu de El Cultural

RA: La maternidad cambia la vida, como lo sabemos muy bien, pero ¿lo hizo también con tu visión y la perspectiva en tu arte?

Sí. Creo que también al no haber estado pintando, produciendo, es como una pausa y a la vez es retroalimentarte de todas las cosas que han pasado, de las que has hecho bien y de las que no.

Las cosas que te ayudan a decir, hice esto, no hice esto; para mí fue la pausa.

Y a través de las cosas negativas o dificultades que había tenido, empecé a ver de otra manera también y a saber a dónde me dirigía en mi búsqueda. Porque estaba ahí, pero como que no la tenía muy clara. No había pensado bien las cosas, no las había interiorizado. Y la pausa como madre sí me ayuda a reforzar que este es mi camino, el de seguir creando. Para mí ha sido lo positivo también. Era el momento que necesitaba para hacer una pausa, para mirar hacia atrás y ver bajo esos errores que he cometido, ver qué he aprendido y cómo voy a volver a ir hacia adelante, cómo enfrento de nuevo.

Me encontré haciendo esto, haciendo otras cosas y me di cuenta que yo necesito del arte.


RA: En cuánto a tu temática ¿se ha reafirmado?

Sí, hay una reafirmación; ese es mi camino ahora. Lo siento dentro de mí y al estar en estos lugares sagrados, hay una especie de magia, de conexión con el espacio y todo lo que habita en él. Es una búsqueda de reconectar con esta energía viva que está presente, invisible a los ojos humanos.

"Corazón de la Tierra"


RA: ¿Qué hace el arte en tu vida? Te ayuda, te orienta, te encauza, te ilusiona...

Lo que me da es que me siento completa.


RA: ¿Qué es la vida para una mujer artista de 42 años?

El cielo y el infierno. Todo lo vives aquí; alegrías, tristezas, aprendizajes y sobre todo crecimiento interior.


RA: Cuando ya no estés físicamente en este mundo, ¿cómo te gustaría ser recordada?

No he pensado en eso. Más he pensado en que me vaya a faltar tiempo para acabar con lo que necesito. Lo que pasa es que con las pausas que he hecho ya no he podido continuar con la carrera. Y siento que me va a faltar tiempo para poder hacer lo que yo quisiera, lo que quiero, lo que me he proyectado; que he soñado, y que es lo que yo quiero con mi carrera.

Soy consciente de que todos vamos a morir. Y sí, yo hablo de la muerte. A mis hijos les hablo de la muerte, por ejemplo.

Sé que va a suceder, sí, pero deseo que no sea ahora. Deseo que me permita de nuevo retomar mi carrera y poder hacer lo que necesito hacer.

Ahora no, pero sé que voy a morir porque todo vamos a morir.

"Yacana" - ilustración, 2017

RA: ¿Qué satisfacciones te ha dado dedicarte a tu arte?

Premios; conocer gente importante y valiosa. También el poder viajar. Te encuentras con gente interesante con la que puedes conectar porque van hacia un mismo camino o tienen miradas parecidas.

Me ha dado bastantes satisfacciones. No sé si hubiera tenido esas oportunidades si hubiera elegido otra carrera.

Y también en la familia te consideran la artista.


RA: ¿Qué debería hacer el Estado por el rubro del arte?

Ahora hay bastantes concursos, como los de Estímulos Económicos.

Recién estoy como más atenta con estos temas, ya que me había cerrado a todas las cosas del exterior. Pero ahorita ya estoy un poco más activa y veo que hay más oportunidades.

Pero el Ministerio de Cultura ha bajado los presupuestos. Estuvo apoyando, ahora sigue apoyando, pero les baja el presupuesto a los premios de los Estímulos Económicos.

Somos muchos artistas, pero lastimosamente la gran mayoría no son visibles. Deberían dar más oportunidades para la gente que vive en las regiones.

No hay una educación tampoco. El Gobierno Regional cierra todo tema que venga por cultura, porque para ellos es dinero que, entre comillas, no les da nada. Pero es al contrario, la cultura enriquece.

Además, las exposiciones no tienen que centrarse solamente en una galería sino salir. Porque la gran mayoría de gente del pueblo está en las calles y no tiene ese acceso. Y la difusión se da por medios que no todos manejan. ¿Cuántas personas tienen teléfono, cuántas personas manejan estos medios electrónicos, o estas plataformas? Hay mucha gente que no maneja nada. Entonces, el arte tiene que ir también a las calles porque el arte no llega a todos.

El arte no se debe quedar en una galería, en un sitio, solo para cierto público; debe llegar a todos.

"Kaametza y Narowé" - dibujo en técnica de puntillismo coloreada en tinta china, 2017

RA: ¿Qué es la felicidad para ti, Susana Aguilar?

Estar bien con uno mismo. Es también aprender a aceptarse porque no somos perfectos. Y aprender también de nuestros errores porque la vida es una sola.


RA: Y ¿qué te entristece?

Cuando no tengo tiempo para mí, como ser humano.

A veces, tengo pensamientos sobre la muerte y me hace pensar que aún necesito más tiempo para seguir acompañando y ver crecer a mis hijos.

Pero también me entristece un poco, el ver a veces tanta contaminación, o cuando voy a la playa y está terriblemente contaminada y los animales mueren.

Que no tenga el tiempo suficiente paras seguir creando y trabajando en el arte.


RA: ¿Hasta dónde quieres llegar? ¿Qué es lo que deseas lograr?

Estar activa y poder vivir de los frutos de mi trabajo en el arte. Que mi arte sea valorado y reconocido.

"El Colibrí"

RA: ¿Qué proyectos se vienen? Ahorita estás trabajando…

Sí, estoy cerrando ya un capítulo de lo que es el segundo mural de poblado Santo Domingo, del Proyecto Intangible.

Después de esto es ponerme a pintar y ver si ya puedo exponer el otro año; una exposición individual…


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Susana Aguilar Yauri promete dejar ser a su espíritu artístico y obsequiarnos más obras para apreciar y valorar. SAY ofrece con su arte conducirnos a percibir lo que su mirada puede contemplar.

 

 

*Entrevista por Leslie Paz.

**Imagen de Portada:”La transformación de la mamá pájaro” -dibujo en la técnica de puntillismo con tinta china sobre papel-

**Fotografías: Cortesía de SAY (Susana Aguilar Yauri).

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