En la actualidad, las mujeres y niñas no solo se enfrentan
a barreras que dificultan su acceso a la tecnología, sino que también si logran
ser parte de estos espacios digitales, pueden ser expuestas a nuevas formas de
violencia que vulneran sus derechos y limitan su participación.
Los Centros de Emergencia Mujer a nivel nacional a través
del Portal Estadístico
del Programa Aurora
registraron 59 casos de violencia contra la mujer en las tecnologías de
información y comunicación (TICs) reportados de enero a diciembre del 2022. Para
este año 2023 de enero a agosto se han reportado 23 casos de los cuales en la
mayoría, las víctimas tienen entre 18 a 59 años. Además, se destaca que en el
47,8% de los casos registrados la presunta persona agresora tiene un vínculo
relacional de pareja con la víctima. [Es pertinente mencionar que se habla de
casos reportados y/o registrados, es
decir, por diversas razones muchos casos no se llegan a denunciar y, por ende,
no figuran en los informes oficiales].
De otro lado, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables a través de su plataforma No al acoso virtual, reporta que de enero a febrero
2023, se han registrado 59 casos, de los cuales 46 fueron víctimas mujeres y 05
eran víctimas hombres. En el informe se observa que las redes sociales por
donde se comete estas formas de acoso son:
Facebook (71%)
Whatsapp (42%)
Instagram (32%)
Además las manifestaciones de acoso más consecutivas son:
Hostigamiento (90%).
Insultos electrónicos (53%)
Ciberamenaza (49%)
Ciberpersecución (41%)
Stalking (25%)
Es importante resaltar que el 65% de las víctimas se encuentran entre las edades de 18 a 29 años.
Kelly Pariona,
comunicadora y especialista en medios digitales, menciona que la violencia que
se ejerce en redes sociales e internet son hechos que son premeditados, que han
sido pensados, donde los principales actores o víctimas son mujeres, la
población LGTBIQ, activistas feministas, personas promotoras de los derechos
humanos y mujeres de origen indígena y afrodescendiente. Indica también que a
veces se piensa que el mundo digital y mundo físico están cada uno por su lado
pero es lo contrario pues todo es un conjunto, todo lo que pasa en la sociedad
es el reflejo del internet y viceversa.
La experta enfatiza que
aún hay mucho desconocimiento sobre esta modalidad de violencia y sus
afectaciones, pues en muchas ocasiones la víctima no sabe donde recurrir y cae
muchas veces en chantajes por parte de su ex pareja o pareja.
Pariona, indica que
desde su experiencia como activista ha conocido a personas que han sufrido esta
forma de violencia en medios digitales y a través de esa experiencia pudo
conocer que muchas de las víctimas tenían temor en denunciar, primero porque
eran menores de edad y eso les hacía sentir temor y vergüenza y segundo porque
desconocían de los procesos para denunciar; no tenían una guía y orientación.
Elizabeth Mendoza, abogada
en Hiperderecho, remarca que
actualmente vivimos en una sociedad con un sistema de justicia que no considera que la violencia en línea es
un tema urgente de evaluar, por ello, menciona que desde Hiperderecho siempre mencionan la frase “la violencia de género en línea es real” porque su tarea principal
es hacer entender tanto a los operadores públicos como a la sociedad en general
que las situaciones de acoso de violencia que ocurren a través de medios
digitales son tan importantes como otros tipos de violencia. Indica también,
que la violencia en línea se refuerza por los estereotipos de género, pues los
espacios históricos que se les ha asignado a la mujeres siempre han sido los
privados como el hogar, entonces cuando las mujeres salen de ese espacio
usualmente se cometen agresiones para hacerles “entender” cuál es su lugar.
La experta señala que
la violencia en línea tiene consecuencias reales sobre la salud física y/o
mental de las personas, pues cuando se sufre situaciones de violencia en medios
digitales estas repercuten en el futuro, participación y seguridad de las
personas afectadas. Además, indica que la afectación no solo queda en espacios
virtuales, pues también se pueden
trasladar en espacios físicos. Remarca que es importante tener conocimiento de
los marcos normativos nacionales que reconocen
que existe violencia en los medios digitales como la Ley
30364 ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer
e integrantes del grupo familiar; Ley
27942, ley de prevención y sanción del hostigamiento sexual y el Decreto Legislativo 1410 que sanciona
penalmente el acoso, el acoso sexual, el chantaje sexual y difusión de imágenes
intimas sin consentimiento.
Frente a la
problemática de la violencia contra la mujer en las tecnologías de información
y comunicación (TICs) que nos
muestran los registros mencionados, se hace necesario enfatizar la
responsabilidad colectiva nacional, como las instituciones públicas que
atienden, brindan orientación y dan seguimiento a los casos de violencia contra
la mujer en línea para que estos no queden ocultos y sean sancionados.
Es relevante recordar
que las víctimas de violencia pueden llamar a la Línea 100, servicio gratuito del MIMP (Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables), donde podrán recibir orientación legal. Además, para
solicitar apoyo psicológico y emocional se puede llamar al 113 de Infosalud,
servicio gratuito del MINSA (Ministerio de Salud).
En el marco de la Estrategia
Nacional de Prevención de la Violencia de
Género contra las Mujeres “Mujeres libres de violencia”(MIMP),
se impulsa un trabajo multisectorial desde la familia, la escuela, las
instituciones públicas, las empresas y los medios de comunicación que cumplen un rol fundamental en la
prevención de la violencia basada en género, buscando deconstruir estereotipos
de género, fomentando la igualdad entre hombres y mujeres y brindando
información de los servicios y canales de ayuda, con el apoyo de AECID (Agencia
Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) y UE (Unión Europea).
*Cortesía
de Observatorio
de Medios y Calandria.
**Imagen
de Portada: Difusión.
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