La Amazonía enfrenta una grave pérdida de especies y hábitats, lo que agrava la crisis climática y pone en riesgo la seguridad alimentaria. El Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) impulsa hábitos responsables para frenar la deforestación, reducir la contaminación, conservar el agua y usar sosteniblemente los recursos naturales.
Con motivo del Día Internacional de la Diversidad Biológica, que se celebró este 22 de mayo, el IIAP, entidad adscrita al Ministerio del Ambiente, hizo un llamado urgente a tomar conciencia sobre la importancia de proteger la biodiversidad, vital para la vida humana y el equilibrio del planeta.
"La biodiversidad no es un lujo, es una necesidad para nuestro bienestar. Gracias a ella tenemos alimentos, agua, medicinas y un clima estable", afirmó el biólogo Kember Mejía Carhuanca director de Investigación en Diversidad Biológica Terrestre Amazónica del IIAP.
Según el especialista, la biodiversidad brinda servicios esenciales como el abastecimiento de recursos, la regulación del cima, el soporte de los ecosistemas y beneficios culturales. También cumple un rol clave en la recreación y en la identidad de los pueblos.
Sin embargo, esta riqueza natural enfrenta múltiples amenazas. Entre las más graves están la pérdida y degradación de habitats por deforestación, agricultura extensiva y urbanización, el comercio ilegal de especies, la contaminación, la minería ilegal-incluida la minería acuífera ilegal-, el cambio climático y la introducción de especies exóticas invasoras.
En la Amazonía peruana, se estima que se pierden entre 120 000 y 150 000 hectáreas de bosque cada año, lo que representa una amenaza directa a la biodiversidad. Este proceso pone en riesgo a especies emblemáticas como el guacamayo verde, el gallito de las rocas, el águila harpía, el jaguar, el delfín rosado y el manatí amazónico. También se encuentran en peligro peces de gran importancia ecológica y económica como el paiche y la gamitana "La pérdida de biodiversidad no solo afecta a los ecosistemas, sino que compromete la seguridad alimentaria, el acceso al agua, la salud humana y el desarrollo económico. Nos hace más vulnerables ante desastres naturales y pone en riesgo nuestras formas de vida", advirtió Mejía.
Asimismo, la sobreexplotación de recursos maderables genera una fuerte presión sobre especies arbóreas de alto valor ecológico. Lo ocurrido con la lupuna, el cedro y la caoba es una alerta clara. Actualmente, el shihuahuaco, el tomillo, la cumala y el ishpingo enfrentan una situación similar, amenazados por la tala indiscriminada y sin criterios de sostenibilidad.
Cada una de estas especies desempeña un papel fundamental en el funcionamiento de los ecosistemas, contribuyendo al equilibrio de la selva amazónica. Su desaparición puede generar desequilibrios irreversibles. La pérdida de bosques, además acelera el cambio climático, incrementando la frecuencia y duración de sequías, lluvias intensas e inundaciones.
Desde el IIAP, se viene trabajando activamente en la conservación de la biodiversidad amazónica mediante inventarios de especies, recuperación de áreas degradadas, domesticación de peces y plantas, y el rescate de conocimientos tradicionales, como la recolección de frutos silvestres y el uso alimenticio de hongos, ranas e insectos.
"La protección de la biodiversidad requiere del compromiso de todos: Estado, comunidades, sector privado y ciudadanía. Es una tarea urgente y permanente", concluyó el investigador.
El IIAP reitera la necesidad de adoptar hábitos responsables que contribuyan a frenar la deforestación, reducir la contaminación, conservar el agua y promover el uso sostenible de los recursos naturales. Solo así será posible garantizar un futuro digno para las generaciones presentes y futuras.
*Cortesía del Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP).
**Foto de Portada: De Kevin Arce. Cortesía de actualiadadambiental.pe
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