En
el texto que titula Historia de su libro “Notas marginales”, Antenor
Orrego señala que “…la progenie humana engendra en todas las épocas
ciertos ejemplares de hombres dotados de segunda vista, de una suerte de
sentido del futuro que les permite percibir lo que existe vago y soterrado en
la masa. Son los depositarios de la nueva fe, los heraldos vibrantes de la
nueva esperanza, las urnas vivientes del nuevo amor. Son aquellas
individualidades fuertes y magnéticas que agrupan y condensan en su torno, como
polos de atracción, los afloramientos dispersos de la corriente central”.
Hay que decir que Antenor Orrego y César
Vallejo son ese tipo de hombre. Poderosas individualidades cargadas de
creación y llenas de impulsión gestora y de predestinación que, al contacto con
lo que los rodea, supieron traducir en palabras, cargándolas de energías
vitales, cada uno a su modo, su comprensión de la vida, su comprensión de las
fuerzas esenciales que dinamizan el mundo en plenitud y universalidad, y lo
trocaron en pensamiento impulsor, magnético, estético, fertilizador (…).
Ambos
ejercieron el periodismo de opinión. Pensaron, interpretaron y extrajeron,
afirmaciones ideológicas, sociales, filosóficas y culturales en su quehacer (…).
¿Qué
pensaban Antenor Orrego y César Vallejo respecto al “Descubrimiento de
América”?
Según
Antenor Orrego:
La
conquista española fue para América Latina -en muchas opiniones- un factor
destructivo, ya que ella hizo un vasto exterminio de vidas humanas y de las
formas particulares de civilización que habían alcanzado las culturas
prehispánicas de América Latina, especialmente las de México y Perú.
Orrego
ve en la conquista europea de América uno de los peores hechos de la historia
americana. En la segunda sección de “Pueblo Continente”, que le titula Buceando
en el abismo, texto que ya estaba listo en 1937, Orrego escribe:
“Para
América, la conquista europea fue una catástrofe, una tragedia de proporciones
cósmicas, ya que ella significó no solo el hundimiento y el eclipse de una raza
que había llegado a un estadio resplandeciente de civilización, sino también,
la inserción de un alma extraña que vino, a su vez, a trizarse o, cuanto menos,
a deformarse dentro de las poderosas fuerzas geo-biológicas que actuaban en la
tierra continental como un disolvente, como una energía letal y corrosiva. De
este choque salieron moribundas y cadaverizadas, como sombras espectrales, el
antiguo alma indígena y el alma invasora de Europa. En la historia del mundo,
América es un gran desgarrón. El desgarrón de una raza vigorosa por obra de la
conquista y la violencia de la barbarie occidental”. (Orrego, tomo I, 148).
En
el artículo “Americanismo y Peruanismo”, publicado en la revista Amauta, N° 9,
Lima, en mayo de 1927, Orrego afirma:
“Continente
joven se ha llamado América, que ha sido hasta hoy, como lo repito, pudridero
de América. Todas las decadencias y vicios europeos pasaron el mar para
descomponerse y morir por desnutrición, por debilitamiento. El espectáculo de
América desde el descubrimiento hasta ahora ha sido el espectáculo de la vejez
y de la desintegración” (Orrego tomo I:278).
Este
choque racial, esta unión de dos mundos dio lugar al mestizaje. América ha sido
el lugar para la llegada no sólo de europeos sino de asiáticos y africanos, que
dieron también nacimiento al criollo. El cruce de todas estas razas son
determinantes para el nuevo hombre. Era lógico e inevitable la fusión de razas,
como un escalón hacia una forma ascendente de vida.
En
“Pueblo Continente” destaca también la mayor integración racial, planetaria, que
habría de surgir después de la conquista del nuevo continente:
“América
-escribe- ha sido el lugar de cita de todas la sangres. Los innumerables
vertederos de las razas han venido a juntarse en esta fuente caótica, en esta
cuenca ecuménica del planeta. La fusión se ha realizado o está realizándose, en
parte, en los Estados Unidos y, de una manera completa y absoluta, en los
países de América Latina”. (Orrego, tomo I: 179).
Según
César Vallejo:
¿Y
qué es lo que pensó César Vallejo sobre el descubrimiento y conquista de
América y la consiguiente influencia europea?
Vallejo
ve en esos sucesos un conjunto de acontecimientos de efectos negativos en la
evolución y desarrollo de América Latina. Distingue en ellos los pecados de la
mala colonización efectuada por Europa, aquí y en muchas otras partes del
mundo. Destaca la necesidad de profundizar en el conocimiento de nuestra
historia, pues considera que conociendo el pasado se encara mejor el futuro. En
su artículo titulado “La historia de América” publicado en Génova en mayo de
1926 escribe:
“Hemos
comenzado a darnos cuenta de la necesidad de un examen histórico, porque
tenemos una historia. Lord Carnavon y la Institución Carnegie nos han enseñado
el mal exhalante de las tumbas, los delicados sortilegios de la historia. Ya
nos damos cuenta que si queremos grandes torres para el futuro, es necesario
observar los estratos de los cuales emerge toda esa vital inquietud que nos
anima y nos empuja a perdurar. Porque quien no conoce ni sabe nada de sus
ancestros, no presentirá ni sabrá nada de sus hijos. Y yendo hacia el pasado,
se llega al futuro.
Porque
América no es, como dicen los sociólogos de moda, un continente nuevo.
Solamente es un continente inexplorado, lo que no quiere decir lo mismo. Nuevo
para los europeos; nuevo y viejo al mismo tiempo, para los aborígenes.
¿Continente nuevo? ¿Nuevo en qué? ¿Nuevo como sinónimo de primitivo? ¿Nuevo
como raza? ¿Nuevo como hecho geológico? El descubrimiento de América será
reciente, pero no es nuevo aquello que ya existía desde muchos siglos antes de
la aventura colombina, como hechos de tierra, como raza y como cultura. (…) El examen histórico de América está en su
comienzo”. (Ballón,
1987:72).
En
el artículo titulado “Oriente y Occidente”, publicado en “Mundial” el 27 de
mayo de 1927, Vallejo hace violentas denuncias por delitos de cultura y
humanidad cometidos por Europa a partir del descubrimiento y conquista de
América.
“¿Quién
podrá denunciar -escribe-, una vez por todas, que en América hemos perdido
también nuestra alma y que la hemos perdido por Europa? Porque en América (hablo
de América Latina) los europeos nos han arruinado todo, filosofías, religiones,
industrias, artes y del mismo modo que en el Oriente, hay desde el arribo de
Colón un terrible vacío en nuestra vida” (Ballón, 1987:102).
Vallejo,
en el citado artículo y en otro titulado, “¿Qué pasa en el Perú?”, publicado en
junio de 1933, en “Germinal”, semanario izquierdista parisino, reconoce la
existencia de formas de nacionalidad peruana en las culturas prehispánicas
sudamericanas que lograron integrar y cohesionar amplios sectores regionales;
ejemplo, el Imperio Inca. No importa que no existiera entonces la palabra Perú.
Europa destruyó esos rasgos de nacionalidad prehispánicos hasta dejar a estos
pueblos desprovistos de identidad política, reducidos casi a la condición de
esclavos explotados en las mitas y encomiendas por los conquistadores españoles
y cuyas consecuencias nefastas se manifestaron en la etapa republicana de la
historia del país.
En
conclusión:
Hay
una total semejanza y coincidencia de puntos de vista entre Antenor Orrego y
César Vallejo, en cuanto a que la conquista española fue dañina, destructiva de
las civilizaciones existentes en América Latina. Al destruirse filosofías,
religiones, industrias, arte nativos y todo lo que había de vivo, orgánico y
fuerte en esta parte del mundo, con las decadencias y vicios europeos
trasladados a América, se resquebrajaron las formas de nacionalidad existentes
en los pueblos aborígenes y se impusieron estructuras sociales aberrantes que
duraron hasta la etapa republicana. Vallejo recalca la necesidad del examen
histórico de los pueblos de América, ya que considera útil conocer la historia
de nuestros ancestros para llegar mejor al desarrollo de nuestro futuro.
*Extraído
de “Puntos de vista comparados de Antenor Orrego y César vallejo”,
Autor: Eduardo Paz Esquerre. Páginas 308; 309; 310; 315. “Pueblo
Continente”, Vol. 22. N°2. 2011.
Revista Oficial de la UPAO. Trujillo, Perú.
**Imágenes: Difusión.
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