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Venus, la Afrodita griega, es el amor por excelencia; el amor divino y; Eros, el Cupido romano, es el instinto, la fecundación y la inconstancia.

 

Eros es una divinidad primordial. Según Hesíodo, en el origen nació Eros "el que afloja los miembros y cautiva a todos los dioses y todos los hombres el corazón y la sensata voluntad en sus pechos" (Teogonía,120). Eros es la virtud atractiva que lleva las cosas a juntarse y crear la vida. Es una fuerza fundamental del mundo; no solamente asegura la continuidad de las especies sino también la cohesión interna del cosmos.

 

Para Platón, el amor (Eros) es una fuerza misteriosa intermediaria entre los hombres y los dioses. Pero los antiguos diferenciaban a Venus (la Afrodita griega) de Eros (el Cupido romano). Venus era la diosa del amor por excelencia o de las formas mÔs nobles de este sentimiento, mientras que Eros, su hijo, representa el instinto natural de la fecundación y la generación.

 

Afrodita es la mƔs hermosa y tiene un ave sagrada, la paloma.

 

Es el bien y la armonĆ­a que permanecen. La virgen o la ninfa, la eterna novia. Mientras que Eros tiene por atributos el deseo y la pena, Afrodita o Venus tiene por atributo el amor divino, el amor inmortal.

 

El origen de Eros es explicado por Platón de la siguiente manera:

 

Poros es el dios de la abundancia, la ciencia y la sabiduría. Pero en un banquete celestial, Penia, la pobreza, una mujer que es pobre y mendiga, logra embriagar a Poros. Así, Poros ebrio es seducido por Penia y de esta unión irracional nació Eros, el amor mortal, perecedero, que se diferencia del amor primordial y eterno de Venus.

 


Aquí se muestra como Afrodita cae en el olvido y Eros, el geniecillo alado, domina a los hombres. Eros, el hijo de Venus, olvida a su madre y ciega a los hombres haciéndoles olvidar el amor noble y verdadero. AlcmÔn, poeta antiguo escribió:

 

"No hay allƭ ninguna Afrodita. Una sed de amor con figura de niƱo juega con pies ligeros sobre las flores"

 

Vemos entonces que Eros o Cupido (el nombre que adquiere Eros en Roma) personifica la pasión arrebatadora y es representada por un niño alado, desnudo y con arco y flechas.

 

El filósofo alemÔn Arthur Schopenhauer, afirmó de Cupido, el genio de la especie, que "era un dios hostil y cruel a pesar de su aire de niño, dios caprichoso y despótico y, sin embargo, dueño de los dioses y de los hombres. Flechas mortíferas, venda y alas son sus atributos. Las alas indican la inconstancia, séquito habitual de la desilusión que acompaña al deseo satisfecho".

 

Para Schopenhauer, el genio de la especie (Eros), toma posesión del individuo y una vez consumada la pasión "le abandona de nuevo a su libertad. Desamparado por él se asombra al ver que después de tantos esfuerzos sublimes y heroicos sólo le queda una vulgar satisfacción de los sentidos. Por eso, cuando Teseo consigue a su Ariadna, la abandona luego. Si hubiese sido satisfecha la pasión de Petrarca, hubiese cesado su canto, como el ave en cuanto estÔn puestos los huevos en el nido".

 

Ese es el poder terrible del que da cuenta no sólo Schopenhauer sino innumerables textos de la literatura universal. El hombre poseído e instrumento de la pasión, del Eros, el mismo que lo lleva a la muerte, lejos del amor divino y permanente de Venus. Esta última nos habla del amor, es decir "sin muerte", del amor inmortal que fue cantado por los cÔtaros y por los caballeros de la Edad Media.

 

 

*Por Enrique Paz Castillo.

**Publicado originalmente el 15-02-2005 en el diario La RepĆŗblica, Lima, PerĆŗ.

***ImÔgenes: Difusión.

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