Full width home advertisement

Post Page Advertisement [Top]

 


El poderoso caballero Don Dinero, tuvo destacado rol en las elecciones 2021, para elegir al presidente de la República del Perú. Con dinero mal habido o bien habido y con una serie de argucias, logró conquistar casi a medio electorado nacional en esta segunda vuelta.

Sin embargo el alto costo pagado en la subvención del “Carnaval de la Corrupción” no sirvió, al fujimorismo y sus aliados, para alcanzar objetivos y metas. Es decir que aún del poder económico; el abierto apoyo de los medios de comunicación; el uso irreverente de nuestros símbolos patrios; la participación de algunos “ídolos” inventados de la farándula y deporte; un Premio Nobel; y la manida fábula del fantasma comunista, no pudieron engañar al pueblo y perdieron, después de más de tres décadas, el control del gobierno en el Perú.

Esta vez el triunfo fue del Perú. Del Perú de, José María Arguedas; José Carlos Mariátegui; y de César A. Vallejo. De los peruanos que ya no soportan más a los gobiernos corruptos. Victoria que honra a nuestros héroes y a la Patria; incluyendo a quienes aún siguen sin entender el significado de esta decisión electoral.

Es que resultaba inaceptable la posibilidad de volver a entregar las llaves del Perú al régimen más corrupto de la historia peruana. Devolver el manejo del país a los fujimoristas que hicieron tanto daño y que nos costara luchas, sangre y muerte para salir de sus garras. Avalar, otra vez, a los saqueadores de las arcas públicas; a los sentenciados por crímenes de lesa humanidad; a quienes violaron los derechos humanos; conviviendo con el narcotráfico; degradando nuestras instituciones; y mostrándonos al mundo como una Patria inicua.  

Era una cuestión de dignidad, el parar la corrupción.  Una decisión moral y ética elegir a quien, por lo menos, no tenga, en política, pecado concebido.  

  



Ahora la Oficina Nacional de Procesos Electorales, ONPE, después de contabilizar al 100 % las actas de votación, ha confirmado el triunfo de Perú Libre. La ONPE otorga el 50.125 % a Pedro Castillo y 49.875 % a Keiko Fujimori. La diferencia entre ambos es de 44,058 votos.

Los resultados deberían haber sido suficientes, en otros casos, pero no para Fuerza Popular y el clan Fujimori.

Estas elecciones contaron con la participación de más de 150 observadores internacionales y otros 1,800, que corresponden a entidades nacionales. Entre los veedores extranjeros estuvieron representantes de la OEA y del Observatorio de la Democracia del Parlamento del Mercosur (ParlaSur).

“Nos parece que los dos organismos electorales han tenido un desempeño más que correcto; tanto la ONPE, como el JNE y que se han dado todas las condiciones para producir un proceso transparente y totalmente confiable”, afirmó Oscar Laborde presidente de Parlasur.

Un espaldarazo a las elecciones, en segunda vuelta, son las declaraciones emitidas recientemente por Ned Price, portavoz del Departamento de Estado estadounidense:

“Felicitaciones a las autoridades peruanas por administrar de manera segura otra ronda de elecciones libres, justas, accesibles y pacíficas, incluso en medio de los importantes desafíos de la pandemia del Covid19…”

“Estas recientes elecciones son un modelo de democracia en la región. Apoyamos dar tiempo a las autoridades electorales para procesar y publicar los resultados de acuerdo con la ley peruana”, expresó.  



CASO PENDIENTE.- La versión ONPE, sobre  resultados, no cerró el proceso 2021. Existe un inusual número de recursos de nulidad de Mesas de Sufragio (alrededor de 1,200) las que se han resuelto en los JEEs y que, ante las apelaciones de FP, se están definiendo en el JNE, como última instancia.

Sin embargo la Fujimori no se cansa en demostrar que es una mala perdedora. Igual como en su anterior derrota, segunda en su fallida carrera presidencial, ahora sale a denunciar un supuesto fraude.

Como si el caos desatado en el congreso, desde 2016, no hubiera sido suficiente, al término de esta su tercera derrota consecutiva está llevando al país a una crisis política impredecible.





FUERA DE URNAS.- Si las autoridades electorales hacen valer la voluntad popular, entonces Pedro Castillo es el Presidente de la República del Perú Bicentenario.

Más si la corrupción, liderada por Keiko Fujimori, logra influir, de alguna manera, en los poderes del Estado, entonces los tiempos de pandemia, de crisis económica  y de luchas internas, se agravarían.  

Los últimos artificios legales de algunas personas ligadas a la corrupción reclamando la nulidad de las elecciones, son clásicos manotazos de ahogado. Pero también hay quienes llegan a la osadía de pedir intervención militar para impedir que Castillo sea proclamado.

Es decir se llega hasta la insania de fomentar una guerra interna. Lo que es peor de provocar el caos democrático después de casi tres décadas, del autogolpe de Alberto Fujimori, que cerró el Congreso, Poder Judicial y Prensa.

(La fórmula empleada por FP es la misma que en Estados Unidos usó la gente de Trump contra Biden. En campaña el ahora presidente fue acusado de ser un comunista y que convertiría a su país en otra Venezuela)

Vivimos a la sombra de lo inaudito. Quienes aseguran  defender la democracia son los que ayer la violaron, y quieren volver a hacerlo. Quienes manejaron el país a su antojo y delincuencialmente, hablan de autoritarismo.

El pueblo peruano ya eligió, pese a la maquinaria usada por el poderoso Don Dinero. La gente que quiere al Perú ha dicho basta de corruptos y de traidores a la Patria.


VIGENCIA DEMOCRÁTICA.- Pedro Castillo Terrones, es el candidato de la protesta nacional. El llamado y elegido para conducir los destinos del Perú al iniciarse el tercer siglo de vida republicana.  

Nuevo siglo y nuevo régimen que debería ser diferente si el nuevo mandatario tiene la sencilla sabiduría de unir y llevar al pueblo en el gobierno.

Que por primera vez, las fuerzas de todos los peruanos se unan para conquistar, después de siglos, nuestro inmenso y rico territorio.

Que el individualismo de paso al corporativismo y que el ego y narcicismo cedan ante el amor a la patria.

Que la Educación sea la Gran Llave y la Salud prioritaria necesidad. Producción y Productividad la meta obligada e ir cediendo ya el timón, en la ruta del futuro, a la Generación del Bicentenario. AMÉN.

*epesquerre@gmail.com                                                                          

 

**Fotografía de Portada: Cortesía de peru.as.com

**Fotografías e imágenes: Difusión

1 comentario:

  1. Excelente Apreciación de la Coyuntura Política Actual del Perú . Solo queda esperar ahora los Resultados del JNE .

    ResponderBorrar

Bottom Ad [Post Page]