Parece pertinente comentar la aparición de un nuevo libro que sin duda dará luces sobre varios aspectos de la Tradición Hindú.
Nos referimos a El
científico y el santo* del escritor hindú Avinash Chandra, quien
ha escrito este libro tras varios años de investigación.
El libro es voluminoso
pues abarca múltiples temas. Sin embargo, aunque ambicioso no es pretencioso,
pues como avisa el autor en las primeras páginas, el texto no pretende ser
original sino presentar de manera coherente y sencilla las enseñanzas del
Dharma Hindú y también algunas correspondencias con otras tradiciones
espirituales.
Las primeras partes se
dedican a presentar la naturaleza de la ciencia moderna -la cual sólo tiene
pocos siglos de existencia- y a la vez sus límites y excesos. Sirviéndose de
numerosas citas el autor pone en evidencia el cientificismo, es decir la
creencia de que la ciencia moderna, con los métodos que le son propios, es el
único saber que puede explicar la realidad. Esta ideología, heredera del
positivismo del siglo XIX pretende reducir la realidad al plano de lo puramente
material, desconociendo la multiplicidad de lo real.
Aparte de esto, el
autor escrudiña la naturaleza del conocimiento, poniendo énfasis en los aportes
de la psicología hindú. La cual reconoce a la conciencia como una instancia
cognoscitiva superior, la que permite precisamente la realización de los estados
del ser trascedentes. La psicología moderna, en cambio, renunció al concepto de
conciencia. Despojado así el hombre, quedó reducido a un ser puramente
biológico pues incluso la mente y su complejidad quedan “explicadas” por la
bioquímica del cerebro.
Todo esto nos remite al
final a la idea del hombre y sus posibilidades. Las concepciones modernas,
tanto científicas como filosóficas conllevan al escepticismo y al relativismo.
Lo cual ayuda a entender el grado de desorientación y frustración del hombre actual.
El hombre normal –
nos dice el autor – el hombre de la calle, es hoy en día el prototipo
de hombre. Se supone que ya somos completos en nuestra imperfección; no tenemos
que esforzarnos en llegar a ningún sitio salvo en lo que atañe a cuestiones
prácticas. Pero para la sabiduría antigua el hombre normal no es sino un hombre
incompleto y menesteroso, un proyecto, un punto de arranque para llegar al
hombre verdadero.**
Sin duda es un acierto,
a parte de un tremendo desafío proponer la “santidad” o la búsqueda de ella
frente a la ciencia moderna que parece ahogar al hombre actual en velocidad y
vacío. El santo no es un ser utópico ni una construcción nostálgica. El santo
es una realidad visible que nos confronta y nos pone de cara a lo invisible.
Por Chandrashekhar.
Extraído
de
sabiduriahindu.blogspot.com
______
*El científico y el santo.
Avinash Chandra. 777 páginas. Olañeta Editor, España.
**Página 49.
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