¿Por qué algunos individuos o grupos sociales tienen una actitud reaccionaria, inmisericorde e impía y les parece una afrenta, las características de un minoritario grupo, el cual debe ser estigmatizado por el pecado de ser diferente?
El no estar acorde a estereotipos aprendidos como parte de la idiosincrasia de una civilización en la que vence la supremacía de los grupos mayoritarios en detrimento de los que no son como ellos; no los desmerece.
Se observa como han sido y son vulnerados los derechos en la población de raza negra, en las personas con discapacidades o habilidades diferentes, en los pueblos indígenas de la Amazonía, en la comunidad LGTBI (lesbianas, gays, trans, bisexuales e intersexuales), en cualquier grupo minoritario. Sin dejar de mencionar a la mujer, que perteneciendo a una población mayoritaria ha sido víctima de un sistema machista eternizado.
Esta actitud y comportamiento deplorable, inicia con las máximas autoridades y terminan en el más sencillo ciudadano, quien no se toma la molestia de reparar en lo que está haciendo o reproduciendo. Siendo cómplice de algo indigno y cruel.
En esta Edición, repararemos en el grupo en situación de vulnerabilidad de las Personas Transgénero o Trans
La Asociación Americana de Psicología APA, acota que las personas transgénero, son aquellas cuya identidad de género, expresión de género o conducta no se ajusta a aquella generalmente asociada con el sexo asignado al nacer. Es decir, nace con sexo masculino o femenino, pero percibe su identidad de género, diferente al sexo con el que ha nacido.
No es considerado un trastorno mental. Y no hay una sola explicación del por qué son trans, pues hay diversidad de expresiones y experiencias.
Lo importante es que existen. Si el lector nació con características masculinas y se identifica así, o la lectora nació con características femeninas y se identifica así; enhorabuena; empero si no es así, iniciará su suplicio, al haber nacido en una civilización que condena las diferencias.
Algunos lo señalarán como una aberración, la marca de un dios castigador, un pecado que debe ser severamente castigado. Porque se ha enseñado, adoctrinado con estereotipos de género, de conducta supuestamente propia o correcta.
Aquí cabe la pregunta ¿qué de propio y correcto será satanizar a gente que no se ajusta a patrones dados a conveniencia de un grupo que manipula, y/o manipuló de acuerdo a sus intereses y han perdurado generación tras generación?
La historia nos da ejemplos de la lucha que tienen grupos intencionalmente reducidos en sus derechos, y como poco a poco, con años de por medio e innumerables muertes en el proceso, han ido alcanzando y logrando derechos. Aunque la lucha continúa.
La educación sería de gran ayuda, pero la seudo educación que se imparte es solo para reproducir el sistema impuesto, latente en los eónes de la historia.
Los estereotipos inculcados, los temores aprendidos y las culpas insertadas en la mente, más las contingencias de la vida diaria, el individualismo y el egoísmo; auspician y consolidan que seamos parte de injusticias despreciables y no valoremos la vida del otro.
Tal vez si en el juicio (o prejuicio) ya con sentencia: culpable, sin haber dado la opción de defensa, sin escuchar, ver ni razonar; tal vez si se respetara el sentir del otro, el derecho del otro; tal vez si acuñáramos la palabra humanidad; tendríamos esperanza como individuo, grupo, población, comunidad…
En nuestra Carta Magna, la Constitución Política del Perú, refiere en los Derechos Fundamentales de la Persona
Art. N º1 - Defensa de la persona humana: “La defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado”.
Art. N º2 – Derechos fundamentales de la persona – Incisos:
- A la vida, a su identidad, a su integridad moral, psíquica y física y a su libre desarrollo y bienestar…
- A la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por motivo de origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica y de cualquier otra índole.
Nótese que se usa el término persona humana, eso engloba de manera inequívoca a todos los individuos del territorio peruano. (Estas expresiones se registrarán en la Cartas Magnas de las naciones de todos los continentes).
Como ya se mencionó, el Estado, es el primero en irrespetar al máximo documento que rige al país, al no cumplir con su fin supremo, el respeto y la defensa de la persona humana. A pesar de algunas luces en el camino, es insuficiente frente a la gran oscuridad al respecto.
En los Informes anuales sobre los Derechos Humanos de Personas Trans, Lesbianas, Gays y Bisexuales, se sistematizan las estadísticas de casos de derechos vulnerados, crímenes de odio y violencia extrema, en situaciones colmadas de ignominia.
Existen Investigaciones, Casos Documentados, Artículos, Proyectos de Ley con argumentos irrebatibles. Por ello, Grupos Activistas, diversas Organizaciones y Colectivos están inmersos en una lucha contra la desidia del Estado, de sus Poderes e Instituciones y por último la de la ciudadanía.
Las personas trans viven con temor y deben luchar constantemente : por la aceptación de si mismos, la de su familia, amigos, sociedad, estado e instituciones.
Son innumerables los reportes de la desprotección de las Personas Transgénero (Trans):
- A veces en su entorno familiar son repudiados, maltratados psicológicamente, echados de sus casas o lo peor agredidos y/o asesinados.
- Viven hostilidad en las dependencias policiales, arrestos solo por su orientación sexual o identidad de género, humillaciones por parte de policías que deberían protegerlas.
- Quebrantamiento de sus derechos en diferentes instancias.
- Maltrato, tortura y hasta asesinato, solo por su identidad de género y/u orientación sexual.
- Dificultades para estudiar. Son blancos del bullying: de sus compañeros y de sus profesores. Tienen problemas para usar los servicios higiénicos.
- Encontrar empleo es muy difícil, los empleadores no los aceptan al ver que su DNI los identifica con un nombre y sexo diferente al que ellos están manifestando.
- Muchos chicos o chicas Trans terminan ejerciendo la prostitución para obtener algo de dinero y cubrir sus gastos porque no les queda otra alternativa. No hay alguien que les de una mano. A nadie le interesa su sufrimiento, su soledad.
- A ser atendidas en centros hospitalarios, no respetan su identidad, al ubicarlas en las salas que no les corresponde.
- Al querer acceder a la justicia. Para cambiar su nombre en la RENIEC, deben seguir un proceso judicial largo, engorroso y costoso. Posteriormente a eso, recién pueden pretender cambiar el sexo en el DNI, siguiendo un nuevo proceso judicial, repitiendo el tedioso proceso. Sufriendo maltrato psicológico en estas instancias. [Si bien el Personal carece de “Capacitaciones” son abogados, estudiantes del Derecho y Código Penal. Es irónico tener que capacitarlos sobre los derechos de las personas. Las evidencias demuestran que los Grados y Títulos no determinan el criterio, la sabiduría, ni los valores de las personas].
- Más de un Medio de Comunicación no ha respetado su identidad, al narrar las noticias. Mencionando el nombre inscrito en el DNI y despojándolas del nombre con que se identifican y por ende de su identidad de género. Recibiendo maltrato una vez más.
Es la ignorancia encubriendo la falta de empatía. Es duro aceptarlo, pero los hechos secundan este enunciado. Carencia de piedad.
Describir los testimonios y casos documentados de derechos vilipendiados y vulnerados o detallar crímenes de odio, es extremo e hiriente a la sensibilidad y la mínima compasión. Son hechos tan denigrantes y faltos de humanidad, que ninguna deidad o dios avalaría, pues la esencia de ser de cualquier religión que se profese, es el amor. No actos tan viles, mezquinos y miserables.
Organismos Activistas, han preparado más de un proyecto con la esperanza que se aprueben y promulguen la Ley de Identidad de Género, Ley contra crímenes de odio y Ley del matrimonio igualitario. Lo cual no se ha dado. Si han logrado que algunos coherentes Congresistas presenten estos Proyectos, lamentablemente han sido archivados en las Comisiones y no han pasado al Pleno para debate y aprobación.
Mientras tanto este grupo minoritario sigue expuesto a todas las atrocidades antes mencionadas. Sin leyes que los protejan, ni normas que les faciliten vivir su identidad y sobretodo que les garantice el respeto a sus derechos.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, emitió una Sentencia (12 – marzo -2020) en la que encuentra al Perú responsable internacionalmente por la violación de los derechos a la libertad e integridad personal, a la vida privada, a no ser sometida a tortura, a las garantías judiciales y a la protección judicial, en perjuicio de Azul Rojas Marín.
Azul padeció tortura y violación sexual por parte de agentes policiales. Las instituciones que debieron protegerla la violaron físicamente y violaron todos sus derechos. El Estado no cumplió con su fin supremo. No la defendió, ni protegió. La violó denotativa y connotativamente. Azul tuvo que recurrir a instancias internacionales para ser defendida. Se emitió sentencia. Le reconocieron sus derechos y señalaron a la República de Perú como responsable. Empero lo que padeció quedará marcado en su alma. Deberá aprender a vivir con ello. Hará uso de su capacidad de resiliencia y seguirá adelante.
¿Es qué no importa el sufrimiento de este grupo de personas, su dolor, sus lágrimas, su miedo… el terror que sienten al ser violadas, vejadas, despojadas de su integridad? Es qué ¿es necesario vivirlo para sentirlo? ¿Tiene que pasarle a uno o a alguien allegado? Ahí sí ¿volverían su rostro hacia ellos?
¿Seremos testigos de más casos así? ¿Permaneceremos impasibles ante la estigmación y sufrimiento de nuestro prójimo? ¿Participaremos con acciones deplorables, señalando, murmurando, maltratando a personas que se identifican con un sexo diferente al que nacieron? ¿Ellos están mal o nosotros por no reparar en ello y/o razonar que su sentir es tan respetable como el nuestro?
Como individuos y sociedad estamos cometiendo actos inhumanos. La verdad es dura, nos explota en el rostro. Vivimos la vida que nos toca y los otros, los estigmatizados por ser diferentes, poco nos importan.
Si en un gesto de amor al prójimo, se repara en ello, mirando al ser y/o los seres que están siendo vulnerados, atropellados en sus derechos fundamentales y luchamos junto con ellos para reivindicar y corregir garrafal horror; entonces estaríamos creciendo. Engrandeciéndonos como comunidad.
Recordemos que: “Tus derechos concluyen cuando inician los de los otros”. Y si profesas alguna religión, ésta tendría que hacerte mejor persona.
Los invito a reflexionar. Los convoco a utilizar el criterio. Los reto a demostrar su humanidad. Les pido no ser cómplices de la injusticia.
#Respetemoslosderechosdetodos #PromulguenleyesparaprotegerlacomunidadLGTBI.
*Imagen de Portada: Azul Rojas Marín.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario