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Revista Arquetipo


Desde los tiempos de los Mochica y los Chimú, nuestros antepasados usaban embarcaciones confeccionadas de totora, con una forma muy particular donde el pasajero iba sentado como un jinete. Dicha embarcación la utilizaban para pescar en el litoral peruano, lo que la madre naturaleza generosamente les brindara. Esa tradición trascendió en el tiempo, sobrevivió, la conquista española y la época colonial. Con la independencia y la república, con el avance de  la tecnología, la ciencia y la modernidad, continuó sirviendo de sustento alimenticio y económico de los pescadores y sus familias; a su vez como deporte y entretenimiento. 

Si alguien visita el balneario de Huanchaco en la ciudad de Trujillo- Perú, podrá contemplar estos famosos Caballitos de Totora y a sus jinetes desarrollando su labor de pesca. También se los puede ver parados en la arena adornando la playa, dándole un toque único al lugar.


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Fotografía de Diego Paz

¿Quiénes son estos jinetes, cómo elaboran estas embarcaciones, cómo aprendieron a hacerlas, de dónde sacan su materia prima, cómo se sienten de desarrollar esta actividad?


Revista Arquetipo conversó con algunos caballeros que se dedican a esta ancestral tradición…


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Fotografía de Diego Paz

Carlos Ucañán Arzola, pescador artesanal representativo del lugar, con más de 30 años desarrollando esta actividad, que le fue enseñada por su padre y abuelos; fue uno de los que tuvo la gentileza de conversar con nosotros y contarnos sobre su tradicional faena.

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Fotografía de Diego Paz

RA: ¿Por qué el nombre de Caballito de Totora?

El nombre del Caballito es porque uno va sentado como un jinete y de totora  por el material.


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Fotografía de Diego Paz

RA: ¿Cómo se pesca en Caballito de Totora?

Para asegurarse salimos sentados y con más experiencia ya se sale arrodillado. Y a la vez en la parte de atrás del “Caballito” llevamos redes, mayas, como también a veces salimos con nylon, cordeles, con carnada.


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Fotografía de Diego Paz

RA: ¿Pescan todos los días, cuál es su horario de pesca?       

La pesca artesanal ancestral no es de todos los días. Es eventual. Depende de la naturaleza del mar. Usted puede ver  cómo está en este momento, es un peligro para nosotros. Está en braveza y cuando está así es difícil entrar. Puede durar una semana, dos semanas hasta un mes puede estar el mar así. Cuando se pone tranquilo el mar ahí salimos los guerreros del mar.

Antes los pescadores veían por la luna, se guiaban por la astronomía, por los vientos se sabía cómo iba a estar el mar. Pero ahora se ve por internet.

El horario, temprano, a las 4 ó 5 de la madrugada, cuando el mar está tranquilo. Y cada pescador pesca a su distancia. A una hora de distancia.


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Fotografía de Diego Paz

RA: ¿Qué peces pescan mayormente?

Acá en Huanchaco, pescamos lisa, suco, cachema, chita, mojarrilla y si tienes suerte sale un toyo, raya, chita, lenguado. La gente ya no va al mercado viene directo acá y lo compra fresco. Cuando hay mayor cantidad se lleva al mercado  y si sobrepasa la cantidad, va al terminal. También de los restaurantes, como ya me conocen, me llaman y me separan el pescado. Son conocidos los restaurantes que piden pescados.


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Fotografía de Diego Paz

RA: ¿Cómo se siente al desarrollar una actividad ancestral?

Uy. Me siento una persona, como puedo decir, con más que orgullo. Qué maravilla han hecho nuestros ancestros, los Mochica, los Chimú. Tengo una gran admiración porque yo nomás como conservo, la pesca que es natural. Me siento bien atraído hacia eso porque mayormente da una satisfacción hacia tu familia; el poder llevar el pan de cada día a tu familia. Algo humilde, que gracias al todopoderoso, viene de sus manos hacia nosotros. Cómo nos ha bendecido.

Con eso mantengo a mis hijos. Siempre tiene que haber algo en la orilla. Algas marinas, el mococho. Levantas una piedra y hay mariscos, caracoles, hasta con suerte, un pulpo encuentras. Siempre hay algo para comer.


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Fotografía de Diego Paz

RA: El 05 de junio es el “Día Internacional de la lucha contra la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada… ¿Qué podría decir al respecto? ¿Tienen ese problema?

Uff! Sufrimos de eso. Porque cuando nosotros vamos a pescar a veces no encontramos nada. Hay embarcaciones de Salaverry, Puerto Mori y de otros puertos que vienen a pescar, ya hemos dado aviso a las autoridades pero ya no lo hacen de día, ahora lo hacen en la noche.

Las autoridades ya tienen conocimiento, pero piden pruebas. Pero uno en el caballito y ellos en las embarcaciones, nos embisten. Hemos tenido enfrentamientos. Le ha pasado a un compañero. Nosotros estamos en desventaja para enfrentarlos. Somos inofensivos para ellos. Necesitamos protección, para nuestra seguridad.

Queremos que las autoridades tengan conciencia, tener un apoyo justo, pero nada de engaños. Qué se haga ya, que salga la Ley de delimitación de las distancias, para que esas embarcaciones no vengan para acá.

Nosotros no somos dueños del mar, pero nuestra pesca es artesanal, acá en este lugar. Ellos tienen motor, pueden ir a donde quieran. Pero como saben que nosotros sabemos dónde están los peces y como ven que hay pesca no se mueven.


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Fotografía de Diego Paz


RA:  ¿Están ustedes organizados ?

Sí. Tenemos una asociación, la ASPAH, Asociación de Pescadores Artesanales de Huanchaco.

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Cortesía: ASPAH fb


RA: Volviendo a los “Caballitos” ¿Quién le enseñó a pescar en Caballito de Totora?

Yo he aprendido por mis abuelos, pero mayormente por mi padre y mis hermanos.


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Fotografía de Diego Paz


RA: Y ¿Usted le ha enseñado a sus hijos?

Sí pero ahora ya no es como antes. La pesca no es la misma. La situación ha hecho que mis hijos estudien. Ahora ellos estudian para que sean profesionales.


RA: ¿Cree qué se está perdiendo la costumbre ancestral de la pesca en Caballitos de Totora?

Dios no quiera. Pero a mis hijos si les he enseñado, no tanto la pesca profunda. Pero el Caballito de Totora es también  como un deporte. Así que mis hijos saben manipular el “Caballito”.  


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Fotografía de Diego Paz

RA: Usted también aprendió a usar los Caballitos como deporte?

Claro.  Yo empecé cuando veía que se hacían de varios tamaños. El tamaño del Caballito de Totora normal es de 5 metros, de ahí viene 4 metros y medio,  tres metros y medio. Se va reduciendo, hasta los más chiquitos de artesanía. Entonces a los 8 años, veía como lo hacían e  imitaba. Cuando  mis abuelos, mis tíos, desarmaban la los caballitos cuando ya no servían; nosotros éramos inquietos y para poder meternos al mar, agarrábamos la totora que ya no servía y de ahí practicábamos para imitar como salía el caballito y nos metíamos al mar para practicar desde muy pequeños.


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Fotografía de Diego Paz


RA: ¿Cómo se hace un Caballito de Totora?

Es un proceso. Tenemos que calificar la totora, compartir la totora. A la vez se comparten cuatro compartimentos. Dos compartidos que son los más largos y dos cortos que van al centro. Serían cuatro compartimentos. De ahí se va envolviendo con el cordel poco a poco hasta que termine ambos lados y a las finales se juntan.


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Fotografía de Diego Paz


RA: ¿Ustedes mismos hacen sus Caballitos de Totora?

Sí. Nosotros mismos lo elaboramos. Lo hacemos en una hora, pero después que la totora ha pasado por un proceso que dura un mes aproximadamente.


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RA: Y ¿De dónde sacan la Totora?

De acá cerca. De un lugar llamado Balsares o Totorales. Que es una reserva protegida. Digamos que de casi 3 kilómetros.


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Fotografía de Diego Paz


RA: ¿Cómo están los totorales, cómo  se conservan en la actualidad?

Ha habido un aprovechamiento de las autoridades. Tanto del Gobierno Regional, como del Municipio de Huanchaco. Porque sabiendo ellos, que era una zona intangible, reservada, han hecho una pista en el medio. Entonces hay Balsares, totorales ahí, y al hacer la pista hay una contaminación tremenda. La totora en la actualidad está enferma. Nos ataca, la pista, la basura que botan, los desmontes, También han colocado postes. A  la vez hay pozos de oxidación de aguas servidas que están  en la falda del cerro. Y ya están colapsando esas pozas. Esas aguas bajan por un margen y vienen por un canal. Entonces esas aguas servidas terminan en los balsares. Hay totora que está contaminada. Nosotros, los pescadores, estamos expuestos a esa contaminación.


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Fotografía de Diego Paz


Las autoridades lo saben pero no hacen nada. Cuando quieren algo, vienen y se toman la foto con todos los pescadores para que parezca que están haciendo algo. Pero luego no hacen nada. No hay hasta ahora una solución. No hay para nosotros una tranquilidad sobre las Reservas y donde podamos estar nosotros bien protegidos. No. Es una gran mentira, pero nosotros seguimos trabajando a pesar de todo.

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Los Balsares de Huanchaco, totorales o wachaques, son humedales donde crece la totora, insumo de los tradicionales Caballitos de Totora.


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Balsares de Huanchaco. Fotografía de Diego Paz


Según RAMSAR (Convención sobre los Humedales):


Los humedales son zonas de superficie terrestre que están temporal o permanentemente inundados, reguladas por factores climáticos y en constante interrelación con los seres vivos que la habitan.

Los humedales son vitales para la supervivencia humana. Son uno de los entornos más productivos del mundo, y son cunas de diversidad biológica y fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir. 

Los humedales son indispensables por los innumerables beneficios o "servicios ecosistémicos" que brindan a la humanidad, desde suministro de agua dulce, alimentos y materiales de construcción, y biodiversidad, hasta control de crecidas, recarga de aguas subterráneas y mitigación del cambio climático.

Sin embargo, un estudio tras otro demuestra que la superficie y la calidad de los humedales siguen disminuyendo en la mayoría de regiones del mundo. En consecuencia, los servicios de los ecosistemas que los humedales proporcionan a las personas se encuentran en peligro. Fuente: ramsar.org

 

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Fotografía de Diego Paz

Estos humedales de Huanchaco, son áreas protegidas según:

Resolución Legislativa N° 0005 – 92- AR- LL- VRHT: Resolución que  declara Área Regional Protegida en la Categoría de Reserva Extractiva.

Resolución Directoral Nº 1387/INC que Rectifica la R.D. Nº 648/INC, que declaró Patrimonio Cultural de la Nación al Caballito de Totora.

Ley 30837: “Ley que declara de interés nacional la Pesca Ancestral en Caballito de Totora; así como la Recuperación, Conservación y Protección de la Pesca Ancestral en Caballito de Totora y de los Balsares”


Sin embargo, están en peligro constante, por la naturaleza (bacterias, hongos), pero sobre todo por la acción humana: han construido una pista, colocaron postes de telefonía, maquinaria pesada destruyó un humedal (esto recientemente). Lamentablemente la desidia o negligencia de algunas autoridades, contribuye o agrava este problema.

Situaciones constantes, de gente que no le interesa cumplir las leyes, menos aún, el cuidado del medio ambiente, ni las costumbres milenarias o las tradiciones ancestrales, ni la identidad del lugar.

 

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Fotografía de Diego Paz

A pesar de todas las adversidades, estos pescadores artesanales, estos guerreros del mar; con orgullo, entusiasmo y convicción, siguen realizando esta labor ancestral. La promueven como actividad económica, deportiva y de entretenimiento;  manifestando su identidad huanchaquera, conservando la tradición Mochica y Chimú, cuidando sus humedales, caracterizando y decorando Huanchaco con sus infaltables Caballitos de Totora.


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Fotografía de Diego Paz

 

*Por Leslie Paz.

**Fotografías: Diego Paz.

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