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Revista Arquetipo

 

“Tengo la libertad…

de poblar mis amaneceres

con fantásticas quimeras,

de descansar mis fatigas

en el generoso corazón de la Tierra,

de prender mis ilusiones

en las escarpadas cimas,

de apagar la sed de mi alma

en las gotas del rocío matutino…

De “Tengo la libertad”.

 

Marleni Carranza Sandoval es una escritora y poetisa trujillana, con una vida dedicada a la docencia, bibliotecología, antropología social y literatura; poseedora de un gran talento con el cual  plasma sus vivencias, emociones y sentimientos en hermosos versos empapados de sensibilidad, armonía y musicalidad que hacen vibrar las fibras del corazón y tocan el alma de quien los lee.

 

No en vano esta poetisa pertenece a la Asociación de Escritoras Norteñas, se ha hecho acreedora a diversos Reconocimientos y Distinciones en mérito a su obra creadora y gestiones en el ámbito cultural; y sigue trabajando en el mundo de las letras, con investigación, gestión y producción literaria.

 

Revista Arquetipo tuvo el privilegio de contactar con esta talentosa mujer, quien amablemente nos obsequió un par de horas de su tiempo con un interesante y ameno diálogo sobre su vida, obra y milagros…

 

Conversar con Marleni Carranza, fue descubrir a una Mujer con genuina sencillez y humildad. Es como si no se diera cuenta de la gran belleza que encierra su poesía. Si bien cualquier persona puede escribir, no cualquiera tiene la capacidad de crear verdadera poesía. Y en el caso de Marleni Carranza, está privilegiada para crear versos y además prosa con calidad humana y sin duda literaria.

 

Empero…

 

RA: ¿Quién es Marleni Carranza?


Es una mujer que ha tenido carencias…

Mi vida no ha sido tan fácil. Al ser una jovencita y por expresar libremente mis opiniones y posturas, no he sido comprendida muchas veces. He tenido que pasar muchos desprecios, acosos de hombres y hasta de mujeres.

No he sido una niña o jovencita conforme, he buscado siempre valorarme. De que en la sociedad sea visible mi presencia y aporte.

                                               

RA: ¿Ha salido de los estereotipos de la época?


Sí. Yo he sido quizás rebelde. Pero no rebelde sin causa. Yo veía, sentía  a las mujeres maltratadas, mujeres ignoradas, a las mujeres menospreciadas y yo no quise ser una de ellas. Pero me ha costado mucho. Lágrimas, desprecios… de familiares, hermanos… Solamente mi madre fue alguien que me apoyó mucho… Pero, he tenido que tragarme muchas cosas. Iba por las calles llorando. Pero tenía mi dignidad como persona, mi valoración como persona.

 

Revista Arquetipo

RA: ¿Cuál era su fortaleza, su asidero en lo que se sostenía o sostiene y/o apoya?


Había veces que yo no contaba con nadie. Entonces entablaba un diálogo interno de reflexión y esto me fortalecía.

 

RA: ¿Cuántos años dedicándose a escribir?


He escrito desde pequeña, que aprendí a "escribir". Pero lo que pasaba era que no me gustaba que alguien pudiera leer mis cosas por temor a que se burlara y conociera todo mi mundo interior. Generalmente las rompía. Aunque siempre he buscado figuras, emociones, sensaciones; buscando la bondad en las personas, conocer a las personas. Fue un constante alimentarme de cosas buenas, aunque también había malas…


Recuerdo que un día llegó a mi pueblo un declamador: Jorge Campos Llaque.


Llegó a mi pueblo de Mache, donde mi mamá era profesora y yo una de sus alumnas. Fue cuando yo tenía unos 7 años  y me gustó tanto la poesía. Declamó “El duelo del Mayoral” y “Toíto te lo consiento” poesías que aprendí de memoria.


También, una tía me regalo un libro “Hablamos de Amor” y allí encontré por ejemplo el poema “Soledad” de Nelly Fonseca. Durante toda mi adolescencia cuando me sentía tan herida, no comprendida, yo recitaba: “Soledad… mi madre debió llamarme soledad…” y también “Los Heraldos Negros”. Lo aprendí cuando estaba en quinto de primaria. Más o menos en el 66. Y también recitaba y lloraba con eso. Es decir busqué en la poesía cosas que me llenaran. Después me calmaba y el mundo era otra vez bello.

 

RA: ¿Comenzó primero escuchando y posteriormente empezó a escribir?


Escribía cosas… Mi primer poema es Chiquitín, para un sobrinito, viendo el vínculo entre  madre e hijo.  Yo deseaba mucho tener hijos, pero lo pospuse para después. Primero quería trabajar, nombrarme… Lamentablemente  un día estuve mal por problemas en el útero  y me tuvieron que retirar todos los órganos del aparato reproductor. Para mí fue un golpe muy fuerte porque yo deseaba tener hijos. Por eso, a pesar de sufrir ese golpe, me volví más tierna, más sensible. Tengo poemas para niños que son muy dulces; y todo lo que ellos hacían, iba tomándolo para mis poemas…

 

“Ojitos pequeños

colmados de amor.

Ojitos pequeños

llenos de candor.

 

Los miro cerrarse

con una canción,

cansados y plenos

de gran ilusión…”

De “Ojitos de Amor”.


Revista Arquetipo

 

RA: ¿Qué se necesita para escribir?

                                        

En mi caso, acumulo emociones, experiencias, sensaciones. Contemplo la naturaleza, el vuelo de los pájaros, el canto… Y siempre trato de trasmitir mis emociones. Concatenar las emociones con lo que he vivido, con lo que siento, con lo que anhelo. Es decir algo vivencial. No me gusta el cliché, ni las personas que se parametrizan.


Por ejemplo una vez me hice una mamografía y estaba muy adolorida, y en la noche estaba con fuerte dolor; entonces entre sueños escribí un poema:

 

“Duéleme la soledad como sangrante herida,

con ella caminos curvos, senderos del corazón,

ave agonizante agitas cardiacas fibras,

mortal necesidad de hacer un pacto con la muerte”

 

Me gusta buscar la voz de esa sensación, de las palabras. A veces hay sequía, entonces me lleno de sensaciones y de ahí empieza fluir. Y ese fluir empieza a encontrarle un lenguaje que refleje la emoción, sensación o estado que yo estoy  viviendo.

 

RA: ¿Qué es la poesía para usted entonces? 

    

Es la expresión de nuestro mundo interno, de nuestra alma. De nuestra necesidad de comunicar al mundo nuestra existencia, nuestros miedos, logros, alegrías. Nuestro ser manifestado en palabras. Unas palabras que expresan sensaciones, frustraciones, triunfos, alegrías.

                                         

RA: Dígame ¿Por qué escribe?


Primero para entenderme yo misma, para saber por qué existo, por qué estoy viviendo, y por qué siento esto, y por qué me ha tocado vivir ciertos acontecimientos…


También para llevar ternura, reflexión, consuelo. Ver un mundo con ojos de ilusión. A pesar de que he sufrido muchas cosas, estoy aquí. Tierna, vibrante, llena de vida. A veces solo siento ganas de reír, me siento alegre, que mi ser está pleno. Sí, hay momentos que uno se siente muy mal, pero en la poesía busco la felicidad porque me permite un poco comprender, amalgamar, matizar mis emociones y ver que el mundo a pesar de pandemia y de muchas cosas por qué llorar, también hay la vida. Estamos vivos. Y la felicidad está al alcance de nuestras manos.

 

RA: ¿Por qué considera que no se conocen o difunden tantas mujeres poetisas o escritoras?


Generalmente siempre ha sucedido, quizás, que el hombre es más visible. o también puede darse porque nosotras no nos atrevemos a alzar nuestra voz,  a expresar nuestros sentimientos a través de poemas, decir la verdad de nuestro corazón. O también, porque hay parametrizados ciertos ideales de poesía, o que el hombre tiene que siempre estar con la voz triunfante y a la mujer, a pesar de todas las libertades, siempre se la ha pedido un poco que esté tranquila, que calle, que no diga su verdad.


Yo pienso que todavía hay discriminación. Todavía no nos consideran lo suficientemente inteligentes para ser voceras de situaciones que se viven, sobre la postergación de la mujer. Hay cosas más importantes que estar peleando entre género y género. Se debe de ser humano.


También tener en cuenta la ecología, los animales, las plantas. Porque son seres que sienten, que sufren pero, que no tienen voz tampoco. La naturaleza es lo viviente: todos los seres: humanos, vegetales, animales, todos.  Por ejemplo con el desastre que ha ocurrido ahora, con el derrame de petróleo. Cuántos animales estarán sufriendo, se ha derrumbado su mundo,  y ellos no pueden expresarse y están sufriendo.

 

RA: ¿Qué obstáculos ha tenido que enfrentar en el mundo literario?


Generalmente la persona que quiere expresarse, escribir; es como si cometiera un crimen. Es como si dijeran: ¿Y ésta qué? ¿Por qué se atreve a salir en periódicos o radio…? He llegado a diferentes ambientes y sentía un rechazo como si yo hubiese hecho algo malo y me preguntaba ¿Por qué? ¡¿Por qué es así?! No es un pecado atreverse a expresar su voz.

 

RA: Pertenece a la Asociación de Escritoras Norteñas ¿Desde qué año? ¿Qué actividades realizan?


Desde el 2000. Actualmente estamos organizamos eventos por el aniversario de la Asociación. Habrá ponencias sobre "La Mujer en la Literatura Norteña"…

Feminista no soy pero, de los hombres se ha dicho mucho; ahora hay que darle voz a la mujer.


RA: ¿Qué le gustaría conseguir en el campo literario?


Que la poesía sea habitual en los alumnos, para que así puedan tratar de expresar sus emociones, frustraciones, sus angustias. Que los niños aprendan a expresarse a través de textos poéticos. Que expresen su mundo interno.






RA: Si le dieran a elegir ¿con qué poema creado se quedaría?


Con el poema “Misión Cumplida” dedicado a mi madre quien fue una profesora rural y luchó mucho por la educación. Mi mamá amaba educar. Gestionó y logró construir la escuela de su comunidad y realizar proyectos y actividades en bien de los niños…

 

 

“La Pachamama colmó tu corazón

con su sabiduría milenaria.

El andino cielo enjugó tus penas

y doró tus alegrías infantiles

con amaneceres y ocasos plenos

de vida y misterios.

El eucalipto, el maguey y la penca

fortalecieron tu corazón

con su savia misteriosa.

La piedra, el agua del río

y la fuerza del viento

te enseñaron a descifrar

los inciertos rumbos del destino.

El relámpago y el suave aroma

de las frutas maduras,

dotaron a tu espíritu

de noble rebeldía,

ante el dolor, la injusticia

y la adversidad.

El rayo, la ortiga

y el refulgente cenit

cincelaron en tu piel

el ardor en la entrega

y el entusiasmo por la acción.

Venciendo peligros

fuiste abriendo caminos

en el corazón de la humanidad.

No te importó el cansancio,

la indiferencia y la incomprensión.

Con indesmayable persistencia

construiste pequeños mundos

que hoy se independizan

de tu corazón y de tus manos.

¡La obra concluida ya!

¡La misión cumplida está!”

 

“Misión Cumplida”.

A Grimaldina Nicolasa Sandoval Ulloa

(Mi maestra: mi madre)

                                                                                                      

RA: ¿Cómo ve a Trujillo en el ámbito cultural? ¿Qué se debería hacer?


Pienso que a pesar de los movimientos literarios y artísticos, todavía le falta mucho. Está un poco limitado. Para ser una capital como es Trujillo con muchas oportunidades; debería haber más movimiento, está muy quieto; y generalmente siempre con personas que ya son conocidas, solamente ellas y alrededor de ellas. Está bien, se le reconoce sus méritos pero, también hay que dar lugar a otras personas; jóvenes, mujeres y que de repente porque no se les da la debida publicidad se desilusionan…


Se debería fomentar una especie de Ateneos, donde se dé cabida a poetas, narradores, pintores, historiadores, conjuntos folklóricos… y Sociedades de Escritores, con un lugar abierto las 24 horas parara cualquier escritor como por ejemplo en Chile, donde tuve oportunidad de ir invitada para un homenaje a Violeta Parra, para quien también hice un poema. Ahí se desarrollan diferentes eventos, constantes recitales poéticos… en los Ateneos todas las tardes habían espectáculos artísticos; muy movido culturalmente.


 Revista Arquetipo


RA: ¿Qué es la felicidad para usted Marleni?


La felicidad para mí es sentirme viva, poder expresar mis sentimientos. Ser auténticamente Yo. Afirmar mi personalidad. Sentirme satisfecha de lo que hago, de lo que pienso, de lo que digo.


RA: ¿Qué le indigna?


La hipocresía, las jugadas bajas. No puedo soportar a ese tipo de personas. Que tienen dos caras, por un lado dicen una cosa y por otro, todo lo contrario.


RA: Y ¿Qué le entristece?


Me entristece la muerte de los niños, el sufrimiento de los niños.

Mire mi madre ha sido todo para mí. Todo. Todo. Mi madre, mi amiga, mi cómplice. Yo le he confiado todo. Murió. Los últimos años la acompañé y ella se sentía protegida, acompañada. Gracias a Dios yo ya estaba jubilada y pude atenderla…


RA: Con sus años vividos y experiencia ¿Qué es la vida?


La vida es un constante descubrimiento. De uno mismo, de las sensaciones, de la riqueza espiritual que hay en las personas. De repente hay hechos insólitos que nos van a sorprender y nosotros podemos sentir miedo, angustia pero, sentir felicidad, alegría es  lo más maravilloso que puede sentir un ser humano. Sentirse pleno en sus emociones. Vivir el día a día pero como seres humanos conscientes y agradecidos a la vida. Yo le estoy agradecida a la vida.


RA: ¿Qué da más temor la muerte o la vida?


Yo no le temo ni a la muerte ni a la vida. Porque la vida me va a dar esas sensaciones, pero también la muerte me va a dar el descanso, el sosiego. Porque tampoco uno va a pensar en ser dependiente de otros seres humanos y a veces complicarles la vida; es algo que no me gustaría.

Para mí la muerte sería la culminación de un proceso de aprendizaje en la Tierra y tal vez, luego en el cielo, ya se sabrá…


RA: ¿Cómo le gustaría ser recordada cuando ya no esté físicamente?


Cuando ya no esté me gustaría que me recuerden como una mujer que ha vivido; que ha querido despertar en el ser humano lo más bueno; la sonrisa, las alegrías, el haber consolado las penas de cualquier persona conocida o desconocida.

A veces puede ser que algunas personas puedan creer que doy la sensación de dureza pero cuando me conocen se dan cuenta que no es así.

 

“Eternales tibiezas

mis sentidos traspasan

furiosas sutilezas

mis suspiros arrancan

olorosas cadencias

mis deseos despiertan

y suaves brisas

mis pasiones calman…”

De “Amor que nunca fue olvidado

 

RA: ¿Qué mensaje y/o consejo les daría las personas que les está naciendo la idea o necesidad de escribir?


Simplemente coger un lápiz y un papel, cuaderno, o agenda y comenzar. Comenzar a escribir como deseen y poco a poco cuando vuelvan a leer y releer, irán encontrando su manera propia de expresarse.


Es como una fuente que comienza a derramarse y derramarse, pero esos sentimientos y sensaciones son trasladados en palabras, como les salga. Al inicio les puede salir incoherencias, no tener la expresión; pero, poco a poco irán encontrando la mejor expresión.


Y una vez que se haya derramado todo el contenido, volver a llenarse de experiencias, emociones y sensaciones, y cuando otra vez la fuente esté llena, de nuevo expresarlo en palabras.


¿Qué les prometo? ¿Qué encuentran? Encuentran su verdadero Yo. Tanto hablan de la autovaloración, el autoexamen. Es así. Es una reflexión. Va a ser  una vivencia que les permitirá conocerse más.


La poesía da autoconocimiento, autorrealización y crecimiento.


Revista Arquetipo


RA: ¿Dónde encontramos sus producciones? ¿Tiene publicaciones físicas y virtuales?


Físicas, solo “Hechizos de Sueños” y algunas plaquetas literarias. Publico en el diario digital Río Hablador, en mi blog marlenicarranza.blogspot.com y en mi Facebook personal. Pero, estoy preparando la publicación de un nuevo libro con todos mis poemas: “Canto de Luciérnaga”.


Algunos de mis poemas están publicados en otras publicaciones como “Herederas de Viento” y “Mil poemas a César Vallejo: Una gesta de amor universal”…


RA: Entonces, esperamos con anhelo la publicación de su nuevo libro. Gracias por darnos de su tiempo y responder más que nuestras preguntas.

 

***

Solo podemos pedirle que su voz no se silencie, que sigan fluyendo sus emociones y vivencias transformadas en versos; como sutiles hechizos de sueños o como resplandeciente y dulce canto de luciérnaga.

***

 

 

*Entrevista por Leslie Paz.

**Imagen de Portada: Revista Arquetipo.

**Poesía de Marleni Carranza Sandoval extraída de "Hechizos de Sueños" y de lo que será "Canto de Luciérnaga".




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